La felicidad no nos hace generosos,
ser generosos nos hace
felices
¿Cómo ser feliz? Hay una impresionante industria dispuesta a
dar respuesta a este interrogante. La autoayuda nos cerca, la neurociencia nos
envuelve con su prestigio científico y la publicidad nos adormece.
Sé más sano, se más inteligente, ser mejor mamante, esposa.
Ser más productivo, ser el mejor…Sé feliz en sólo nueve pasos.
Si en definitiva se tratara de otra cosa, que no es cuestión
de cuanta demanda y oferta hay. ¿Si esta cuestión de la felicidad fuera
cuestión de saber mirar de otra manera, o dirigir la mirada hacia otra parte?
La triada de la popularidad, el éxito y el poder nos fascina
y de alguna manera puede ser el centro de nuestro pensar y actuar. Podemos
desviar nuestra mira y dejarnos llevar por la convicción humana de que la
felicidad se ha convertido es un problema, que querer evitar el sufrimiento es
una forma de sufrimiento. Lo mismo evitar los problemas es un problema y la
negación del fracaso un fracaso. (Mark Manso)
Descubrir la alegría de lo sencillo es un primer paso, hay
que atreverse a un nuevo comienzo. La alegría no es el resultado de una
actividad o deseo es un esto de ser que nos conecta con el centro de nuestra
existencia, el descubrirnos seres amados. No confundirnos, la alegría no es
fruto del deseo, del tener o poder, la alegría es una elección.
No elegimos las circunstancias externas y las condiciones
personales pero el cómo damos respuesta a lo que nos sucede marca la
diferencia. Siempre podemos elegir la alegría. Nuestra verdadera libertad
reside en la elección, y esta libertad, en último análisis es la libertad de
amar.
Siempre hay algo que va mal en el mundo o en nuestro pequeño
entorno y siempre lo habrá. Un día esta guerra, dictadura, tragedia terminará,
pero vendrán otras. Siempre habrá algo por lo que la gente esté estresada,
preocupada o molesta. Por eso es tan importante capacitarse para mirar de otra
manera dentro de nosotros mismos, a nuestro al redor y al mundo.
Por el contrario de todos los lados se nos presiona para que
seamos perfectos, buenistas, y que vivamos según los criterios de moda y el
pensamiento políticamente correcto.
Como descubrir entre tanta hojarasca lo auténtico y genuino,
como acércanos a nosotros mismos, evitando las barreras de todo tipo que no nos
imponen desde la sociedad, la familia y la religión.
“Dejar de ver al ser humano como un producto que nunca está
satisfecho y continuamente debe mejorar y asumir que cada uno es lo que es. Las
personas no somos una mera aplicación de móvil que debemos actualizar
constantemente” (Mark Manso) Para alcanzar la mejor versión de ti mismo, quizá
asome un nuevo tiempo de sana indiferencia.
“Que algo te importe una mierda no significa ser indiferente,
Significa sentirse cómodo por ser diferente.
La soledad, necesidad de la gente de no estar sola. Es una parte fundamental de nuestra salud
mental y lo estamos ignorando. No distraer creyendo que el problema son los
móviles o la IA.
Hay muchas cosas que desaprender, una de ellas es la victimización
y la codependencia. La gente ha aprendido que, si siempre estás ofendido,
molesto, oprimido o victimado, será recompensado. Con frecuencia ocuparse y
querer cambiar a los demás a consta de nuestra salud y nuestra paz es un mal
enfoque del servicio.
Recuerdan: la tele por cable iba a arruinar la sociedad. Y
cuando los videos juegos iban a destruir a la juventud. Las redes sociales la
Inteligencia artificial es lo que ahora va a destruir el mundo. Al final nos
adaptamos y seguimos.