2.- El equilibrio entre debilidad y fortaleza es parte de
nuestra condición de personas.
Valorar, cuidar y estudiar; la salud, el
bienestar y la felicidad son tan
importantes y reales como lo es el de la enfermedad, la
disfunción y el malestar.
El empeñarse en ser positivos, optimistas, estimulan nuestras
fortalezas y virtudes, que nos permite evitar que lo negativo nos invada rápida y totalmente.
El desarrollo de las riqueza que tenemos los seres humanos no es una ilusión vana, es
una posibilidad magnífica, que hoy comenzamos a valorarla como un avance en la
comprensión y crecimiento de nuestra condición
humana.
En serio, para los creyentes
esta realidad está confirmada por
la profunda convicción que el Espíritu está en nosotros y manifiesta su poder a
través de nuestros propios dones.