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domingo, diciembre 31, 2023

Pastoral 4.0

 

Pastoral.4.0 Transmisión de la fe a las nuevas generaciones                                               Síntesis de un libro de Armando Matteo. Ed. PPC, Madrid 2023 

La locura de la pastoral

Ø  “No podemos pretender que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”.

  Los sacramentos se han convertido en la celebración pública del comienzo de un camino fuera de la vida eclesial.

La confirmación es un caso paradójico, esperamos que sea la entrada de los adolescentes al mundo de los adultos creyentes, aunque vemos que para muchos es el momento de ruptura con la Iglesia, pero seguimos haciendo lo mismo esperando resultados diferentes.

 La Eucaristía dominical: Varias misas medio vacías, los cantos antiguos y la participación escasa o nula. Proclamamos la Eucaristía como centro de la vida cristiana, pero sigue siendo para muchos una oración por los difuntos. Queremos lograr cambios significativos en la vida cristina, pero seguimos haciendo lo mismo de hace sesenta años.

 
La brecha entre la comunidad creyente y las nuevas generaciones y, en especial las mujeres de mediana edad, ha crecido de manera alarmante.

 La mentalidad pastoral que rige la vida cotidiana de las parroquias ha dejado de estar a la altura de la situación.

Para tener resultados diferentes se necesita hacer cosas diferentes, y hacer cosas diferentes exige una mentalidad diferente.  El Papa Francisco dice que se debe dar una transformación de la mentalidad pastoral, acorde a un cambio de época.

 Todo esto no es solo cuestión de desafecto institucional; a nivel  personal y socio-cultural descubrimos que el adulto ha cambiado profundamente la conciencia que tiene de si mismos. Los adultos están enamorados de esta tierra. Para ellos no existe el valle de lágrimas, lo importante es disfrutar el momento. Adoran  la juventud frente a la alternativa de crecer y llegar a ser auténticamente adulto y vivir una vida plena de sentido y responsabilidad.    

Una antropología joven, anti-age, ligera, poderosa, inocente, fácil y continuamente reinscribible, que cada vez es más inspiradora y día a día conquista el corazón de los hombre y mujeres de nuestro tiempo.
Tristemente se busca la libertad, pero se llega a ser esclavo de la publicidad, en consumidores de ofertas juveniles. Los adultos no quieren crecer, y los jóvenes no pueden hacerlo; los adultos se atontan y los jóvenes se deprimen.
 
Necesitamos cambios importantes.
 
Entrar por la puerta estrecha de la edad adulta con un acompañamiento efectivo. Pasar de un cristianismo de consolación a un cristianismo de enamoramiento, para enamorarnos de Jesús y convertirnos en discípulos misioneros.
 
El adulto conoce lo difícil de la vida, pero también debe conocer las posibilidades de la esperanza.  Jesús el modelo de madurez plena, alegre y entregada. 

 Ha terminado el tiempo de reflexionar sobre el futuro de la Iglesia; es tiempo de acceder a la Iglesia del futuro. 

 I. El futuro de la Iglesia ya esta aquí

    Hay una extendida sensación de necesidad de cambio y de evitar la rutina en la pastoral. La razón es evidente, ante las transformaciones socioculturales del ambiente, la inercia de la pastoral provocan el desaliento y la sensación de fracaso. Somos buenos en diagnósticos, pero hasta ahí. El miedo al cambio es grande.

 No podemos cerrar los ojos ante la ruptura de las nuevas generaciones, la problemática relación con las mujeres. Es inaplazable optar por una transformación del hacer pastora

  1.      Jóvenes y fe

La dimensión religiosa es irrelevante para muchos jóvenes, (60%). La transmisión de fe entre generaciones está en entredicho. A partir de los ochenta, surge una generación postcristiana. Pequeños ateos que crecen.

 Lo que queda de 1.000 minutos de homilías, 4.000 minutos de catecismos, y 500 horas de clase de religión, lo que queda de haber frecuentado la parroquia, el oratorio, las asociaciones, los movimientos, los encuentros de religión, lo tenemos delante de nuestros ojos, debemos reconocerlo.

El interés por la espiritualidad, a su modo, orientada hacia cierto bienestar emocional, sin apertura al prójimo, está de moda. Por decir un número, solo el 10% de las familias católicas viven su fe cristiana. El equipo de futbol, por supuesto, bien vale una misa.
Creer no es sencillo, dicen los que se atreven a pensar. Los jóvenes son analfabetos bíblicos, esto se manifiesta en preguntas como esta: ¿por qué Jesucristo nació bajo el signo de capricornio? No saben distinguir un texto evangélico de un texto del pasado, tienen alergia a la moral de preceptos y normas, el escándalo de la riqueza de algunos representantes de la Iglesia y la falta de transparencia sobre los abusos son elementos que están presentes en su alejamiento de la Iglesia. 
 
Hay un juicio negativo generalizado hacia la iglesia; el lugar de las mujeres en la Iglesia, el tema de la homosexualidad son temas sin resolver. A la Iglesia se la considera en un tema de política, un asunto privado. Los jóvenes de hoy no tienen experiencia de religiosidad represiva en su infancia, pero esto no tiene ninguna incidencia sobre su situación religiosa.
Los jóvenes dicen que ellos no son los primeros en desafección a la Iglesia, ya viene sus padres y abuelos.
 
El sistema eclesial ha fracasado, pero tiene miedo a afrontar los cambios necesarios para hacerlo funcionar como debiera.

     2.      La fuga en la Iglesia

La pérdida de 140.000 religiosos en 16 años. Muchas mujeres ya no se sienten en casa cuando están en “la casa del Señor”. Se necesitan catequistas en muchas parroquias. ¿Seguirán celebrándose bodas en la Iglesia? ¿El cisma del siglo XXI será el de las mujeres?

 3.      Cuestión de futuro

Sin jóvenes no hay nuevas vocaciones ni nuevas familias, ni laicos comprometidos, etc. Sin mujeres la vida sencilla de la parroquia colapsa; catequistas, animadores, música, pastoral social, limpieza, fiestas, el cuidado por los enfermos y los pobres…

II.    Punto muerto

Responder a preguntas que nadie se hace (EG 155) Hay un cambio significativo en la relación con el Vaticano, Papa Francisco, y mundo pastoral, antes los pastoralistas se quejaban de los noes del vaticano, hoy de no alcanzar el paso de Francisco.

El cambio en el ritmo de la acción pastoral, ya no solo lo exige la realdad de las cosas, sino también una llamada directa desde arriba.

La publicación de la gran carta programática Evangelii Gaudium  ha sido un punto de inflexión . Tristemente la acogida no ha sido un punto de partida. ¿Qué sucedería de verdad en las parroquias si se asumiera el impulso misionero renovador de la EG El número 27 es programático? Sueño con una acción misionera capaz de transformar todo. [Leer todo el párrafo 27].

1.      El cambio de época [Congreso internacional de la Pastoral en las grandes ciudades, celebrado el 27 de noviembre de 2014]Un desafío inaplazable: realizar un cambio en nuestra mentalidad pastoral”.

Ya no estamos en la época en que la Iglesia configuraba el mudo cultural y social, estamos en una nueva época, ya no estamos en el régimen de cristiandad. Necesitamos un cambio de mentalidad pastoral que no esconda a Jesús y la verdad sobre el hombre. Mas que una época de cambios, estamos en un cambio de época.

La iglesia en el imaginario colectivo tiene que repensarse y transformarse a tras e su pastoral.” Hay que tener el valor de realizar una pastoral evangelizadora audaz y sin temores. Tenemos que trabajar para no tener vergüenza o timidez en anunciar a Jesucristo.

2.      Preguntas que nadie se hace

La predicación. Hacer de la preparación un discernimiento de la llamada de Dios a vivir en la fe el momento presente. No responder a preguntas que nadie hace, ni ser una crónica, trata de conectar con la vida de las personas. ¿Cuáles interrogantes están presente en la cabeza y el corazón del hombre actual?

III.             Emancipación del hombre común

Hoy no solo nos diferenciamos de las generaciones pasadas por instrumentos digitales y avances técnicos que utilizamos, tenemos una manera pensar en la fragilidad y mortalidad del ser humano. totalmente diferentes de vivir las experiencias básicas y mínimas de la existencia, como: amar, viajar, vestir, cuidar nuestro cuerpo mente, trabajar, planificar, comer, entretenernos, pensar en la fragilidad y mortalidad del ser humano. Esta realidad va diseñando un perfil del hombre común que debemos reconocer.   

1.      Ya no necesitamos a Dios

En 1859, Charles Darwin  desvinculo de Dios la aparición del hombre en  la tierra, haciendo dirigir nuestras miradas no a un Dios creado , sino a nuestra condición de parentesco con  otros animales. [Inicio de la posmodernidad] Se proclamó la pregunta de que hasta que punto la mente humana necesita de Dios para encontrar respuesta al origen , la estabilidad y destino de los asuntos mundanos. Otro elemento importante fue convertir la afirmación de Marx :“¡No podemos  esperar el paraíso!” en un programa político. Freud, por su parte, nombro el alma como una estación de agregación energética y lo despojo de toda aura e transcendencia. La  a revolución industrial abrió la puerta a una vida donde se nos permiti asenarnos en esta vida y ganar dinero y para modelar nuestro bienestar, dejando de la lado el valle de lagrimas a la espera de la vida eterna.

Fue Nietzache en 1882, quien se atrevió a gritar: “ Busco a Dios, busco a Dios”, exclama el loco, y luego dice: “¡Lo hemos matado nosotros!” La muerte e Dios se anunció en unmercado.

2.      Ya no necesitaos una verdad única

Recordamos momentos espectaculares del siglo XX, Albert Einstein, ensayor de Freud sobre la sexualidad que no se agota en la función reproductora, Picaso y la ruptura con la tradición pectorica del siglo XIX, Yoyce  Proust, Kafka. Surge un nuevo modelo de pensamiento con Martín Bubery la fenología d Edmund Husserl.

En el ámbito de la literatura, de la pintura, de la música, de la ciencia y de l as ciencias  del hombre que custionan un mundo unidimensional estructurado según leyes  y formas que la inteligencia humana puede comprender y controlar, se descata una verdad única y de un única verdad.

3.      Ya no necesitamos la naturaleza y sus leyes

Auschhwit en 1942, nos hace consciente de la inmensa maldad engendrada en el ser humano; la investigación y la tecnología nos alcanza el poder para matar y destruir de una manera única y desbordada, donde se desdibuja el tabú de la vida y de la muerte.

La tecnología como fin último y absoluto, sus leyes y la naturaleza misma cede el paso al poder tecnológico de la mano humana, cuya única ley será la de experimentación potencialmente infinita. El momento posterior a la segunda guerra mundial la sociedad da un paso gigante  para mejorar las condiciones  medias de la vida de los occidentales .

En términos de interrogantes religiosos podríamos poner estas preguntas de alguna manera desencadenantes de la nueva imagen de Dios:

El creyente que afirma la creación divina o Darwin que muestra la que descendemos del simio.

El catequista que proclama la santidad el alma o Freud , que la considera pura energía disponible para el eros y el thnatos.

Que Justicia divina pudiera resarcir  a las Victimas de Hitler, Stalin,

   4.     Ya no necesitamos destinos marcados

La emancipación del hombre común encuentra un ambiente propicio en la revolución cultural del sesenta y ocho: “todos somos iguales” “cada uno es único”. Mayo 1968, se eliminan las distancias que marcaban  la cultura tradicional y defendían el orden de la convivencia civil y familiar.

Liberación de la mujer en particular; sexualidad, el derecho al voto, a la píldora, acceso a la enseñanza superior, y el gran boon económico. Los jóvenes con su música, aspecto, “la imaginación al poder y el “prohibido prohibir”. Superación de la marginación, represión de una cultura religiosa hipócrita, y muchas veces de doble moral en la homosexualidad.

Descornamiento de la moral tradicional, del sentido de culpa y el eros que desplaza cualquier intento de control, pecado, gracia y renuncia, la satisfacción inmediata frente al dominio tirano del poder del sacrificio y la renuncia. La privación y el sacrificio no son necesarios. Los confines  y los limites se establecen solamente para ser superados.

     5.   Ya no necesitamos el vínculo de la ley

En 1989, caída del mundo del Berlin el gesto largamente espera de la de la dividión en nombre de la ideología, pero trae consigo la desconfianza radical de las estructuras políticas, de las normas de las leyes, de las instituciones . Exaltación de la igualad , de la convivencia de los diferentes, de la democracia occidental, que se apoya en l a fuerza del consenso de los ciudadanos.

Descubrimiento de vincuos criminales entre el ámbito político y económico. La exposición social  fuada no en la ieas caídas del cielo sino en royectos electorales y el poder de la conviciopn y publicidad.

Se pierde el espacio publico como capacidad de dirigir  a sus ciudanaos a una  presencia responsable y surge “el ciudadano privado” sin preceentes, que sólo invierte en sí mismo, como mucho, para quienes forman parte de la cada vez más pequeña tribu familiar.

Llegas al tiempo de la gran inseguridad producto del terrorismo y en particular el terrorismo islámico contra occidente.

La economía mundial crea competencias voraces, explotaciones absolutas y destrucción del hábitat mundial. El tema migratorio se convierte en núcleo siempre en sospecha por el rechazo de la integración y por a inseguridad, cuestionando la propia integridad de quien se arriesga hacer un viaje que casi siempre es, sencillamente, desesperado.

        Así crece la convicción de que las políticas y las leyes están cada vez más en manos de financieros sin escrúpulos y sin auténticos valores.

6.       Ya no necesitamos pertenencia social

Estamos repasando los orígenes de la mentalidad posmoderna, en comienzos de 1990 es el desarrollo de la World Wide Web (WWW).

La revolución digital con su red internet y las nuevas tecnologías de la comunicación, pudiera ser verdad que cada uno de nosotros pasa más tiempo con un dispositivo electrónico que en compañía de otra persona.

Son innumerables las posibilidades que nos ofrece estas tecnologías en todos los campos de la actividad humana, pero por nombrar uno, destaquemos la oferta de autoformación y autoinformación que la red pone a disposición de todos.

Esto cambia la experiencia de comunicación haciendo de su imagen un yo narcisitas fuera de todo control. El propio yo se eleva por encima de cualquier jerarquía, elite, gobierno o ley no permitiendo que nadie hable en nombre propio.

 IV.             Idolatría de la juventud

El panorama eclesial actual no es de los más interesantes. A nivel parroquial observamos que el numero de personas con que interaccionan los agentes pastorales ha disminuido totalmente, destacando la carencia de jóvenes y mujeres de mediana edad, los hombres ya se dan por ausentes. Ya hemos dicho que , en parte de se debe a que la parroquia se hace preguntas que nadie se hace.

Sabemos que ha llegado el momento de salir y salir al encuentro de las preguntas que se hacen todas personas con la mira en que se puedan encontrar con el Evangelio de Jesús. Conocemos que las preguntas que hoy la gente se hace  derivan de su  nuevo modo de estar  en el mundo que siguió a este cambio de época. Dentro de nuestro refugios eclesiásticos las preguntas se pueden difuminar o anular.

1.      El peso de los inmortales

La longevidad del hombre actual (occidental es impresionante, se calcula 30 años que hemos ganado en nuestra vida individual  respecto a nuestros antepasados del siglo XIX. Esto vamás allá de lo cuantitativo, el hombre da un salto cualitativo en su estar en el mundo. Y, a esto, se añade el bienestar de que disfruta. Y esto se aplica de un modo particular a los adultos.

Estaba bien definido un tiempo para ser cuidado, un momento para recibir educaciónun momento para ponerse a trabajar, un momento para formar una familia y un momento para morir. Hoy no esta tan ddefinidos esos tiempos y hay un tiempo exttra que mnejar al propio antojo.

2.       Libertad de pensamiento

Posiblemente el hombre común nunca había gozado de un espíritu de libertad tan alto como el actual. Nunca hemos sido tan libres de pensamiento , no hay nada que dar por supuesto y todo es elegible; cuestiones de raza, género, orientación sexual, clase social, pertenencia ideológica, etc. Quien había imaginado la posibilidad de divulgar las propias opiniones,, entrar en contacto con persona qu están al otro lado del mundo, encontrar información sobre conocimiento y acontecimientos  humanos públicos y privados.

Hoy un joven puede recorrer en unas semanas los que su abuelo apenas podía recorrer en toda su vida. Sobre el tiempo podemos decir también que hoy tiene más tiempo para sí mismo, desde las acciones más mínimas como escribir a maquina y las labores domestica hasta la grandes posibilidades que ofrece para viajar , comunicarse o  de tareas monótonas y rutinarias La mujer es la que mas se beneficia de este aspecto en cuanto al tiempo, absorbida por el cuidado de los hijos y la casa y las labores doméstica. Ello se refleja en la superación acelerada de un sistema androcéntrico, una supuesta superioridad del varón por su acción diversificada, su formación superior y su dominio. Todo esto lentamente se fue reflejando en las leyes que reconocían esta igualdad y derechos comunes de hombre y mujeres. (la violencia sexual  se reconoce como delito contra la persona y ya no contra la moral)

3.      Adoración de la juventud

A los jóvenes se les  propone no ir al pasado y mirar solo al futuro, esta propuesta hace que los joven sesten sin raíces y sean más desarraigados para que que solo confíen en las promesas que las ideologías les promete y en sus planes.

Pretender que todo loque no sea joven es detestable y gastado, el cuerpo joven se convierte en  el símbolo del nuevo culto, que lleva mirar con desprecio lo que no es joven, y esto hace que   a los jóvenes se les vacie de valores y sean utilizables  pacaer en sus ofertas de individuales, económicos y sociales. Atento, porque de alguna manera, todos podemos ser parte en este increíble giro del deseo de todos por la forma joven de lo humano.

Todos lo logros y beneficios que se han hecho presente en el mundo actual no tie

….. como meta todas las edades y en especial la edad adulta, sino que la juventud es la que emerge como lugar de atracción y concentración de todas energía  humana y de los logros, como lugar de adoración humana. ¡Como la pastoral debe afrontar esta mentalidad ya muy presente en nuestros ambientes!

 V.        Sé adulto y serás cristiano

El modo de estar en el mundo de la población adulta, sigue siendo la característica que mejor representa la condición humana. Nos referimos a las generaciones: el Baby Boom (1946-1964) y la generación X (1964-1980).

La edad adulta de ser un momento particularmente sobre cargado de responsabilidades y experiencias fuerte, se ha convertido en un tiempo en que la exigencia humana de vida y libertad encuentra su terreno más fértil.  Hoy convertirse en adulto es como como un momento donde se pueden alcanzar todos los deseos y los sueños solo hace falta un poco de suerte y mucho dinero. Todo aquello que pude dificultar esos logros, especialmente la enfermedad y la muerte, ya se puede explicar y eso hace mas llevadero el fin del viaje. Estas sn algunas de esas expresiones que nos pueden ayudarnos a entender que esta pasando: se ha consumido, ha desaparecido, se ha marchado, nos ha dejado, se ha dormido, ya no está. Ha completado su último viaje, se ha ido a la casa del Padre. No importa a que edad se muera siempre se muere “joven”.

Ser adulto pasa de ser el resultado normal del proceso de humanización donde se llega en momento dado, a ddepender de la sola juventud que puede garantizar sas spctativas. Por eso la juventud ya no significa un tiempo de transición hacia la edad adulta, sino que se considera el sentido mismo de la existencia humana. Estamos hablando de las dos generaciones que hemos nombrado. Esa imagen de realización y plenitud hacia la que csminaba el ser humano es hoy la etapa de la juventud.

Algunos para expresar estas ideas hablan dee la juventud y no es una condición biológica, sino una “definición cultural”. No se es joven por tener una edad sino por participar een un estilo de consumo y asumr ciertos códigos de comportamientos, vestido y lenguaje propios. Todos tenemos experiencia de encontrarnos con adultos - adolescente y de adolescentes envejecidos, de jóvenes perpetuos. El siglo XIX ha deja  la eestela de haber sido un tiempo breve en el que trunfo la inmadurez. La juventud se ha impusto como eel nuevo paradigma  del ser ideal.

La acción pastoral no estaría asumiendo esta realidad que hemos descrito, ni siquiera la visualiza, el eclips del adulto.

Parece que nos hemos quedado en una realidad social cuando lo  ombres morían a los 50; las mueres se dedicaban plenamente a “casa, iglesia, cocina”; los homosexuales estaban marginados o eran castigados por la ley; cuando la pobreza, las guerras, la ignorancia y la frustración general estaban a la orden del día en todas las familias y los conocimientos médicos conocidos y que se aplicaban  no estaban demasiado alejados de los medievales.

1.      Dar luz a la vida adulta

El oneroso, pesado, destino del adulto estaba marcado, había poco que elegir: la familia, el trabajo y los deberes sociales. El hecho de convertirse en adulto era una meta y un camino digno, era el paso a la madurez.

Los agentes pastores han buscado la manera de aligerar y dar sentido a esa carga de la vida adulta con las promesas cristianas. La tarea de iglesia consistía en dar luz de esperanza, de consuelo y de verdad a los adultos. Lo que debemos tener en cuenta hoy no es tanto revisar la practica pasada en relación a los adultos, sino la radicalidad del hecho que  la vida adulta en las latitudes occidental , no es más que  un pálido recuerdo de lo que fue en el pasado.

2.      Recuerda que has de morir

El inteerrogantee que la muerte lleva consigo es unelemento muy present en en la mentalidd pastoral. La llamada hacia la vida eterna nos debiera alivia de la constatación de la insignificancia de las cosas del mundo, y el perenne recuerdo de nuestro destierro en este valle de lágrimas.

Aquí aparece la referencia a la vida de Cristo; como asumió los límites y sufrimientos de la existencia. nosotros debemos esforzarnos a vivir una vida hecha de buenas obras y apoyada por los sacramentos de la Iglesia. Los sufrimientos, en época de tanto conflicto, trabajos arduos, carentes de atenciones y cuidados eran ocasión para purificar el alma frente al destino eterno que espera al hombre tras la muerte.

3.      Viva María

El privilegio particular que se asigna al culto a María, lo menos que podemos decir es que puede considerarse sobredimensionado. San Pablo ni siquiera cita el nombre de la madre del Señor en sus cartas. Templos, novenas, fiestas dedicadas a ella. Y, desde siempre, la oración que prepara a la comunidad para la celebración e la Eucaristía ferial es el santo rosario. En absoluto nos proponemos cuestionar alguna de esta práctica, pero sí llamar la atención como en esta devoción mariana podemos percibir un movimiento de correlación entre el universo de la fe y la experiencia inspiradora de las mujeres adultas de las generaciones pasadas.

El extraordinario papel que la mujer a mantenido en el mantenimiento de la familia y la sociedad no ha sido reconocido de una manera digna, produciendo una frustración callada que ahora nos explota y nos escandalizamos de su ímpetu. (Freud y su entrega la curación de la histeria femenina, hoy desaparecida)

Reconocimiento de la presencia géneros de la mujer y su alta significación con su sí en el proyecto redentor de Dios. La mujer es el la “longa”manus” de la parroquia en el hogar, transmitiendo la fee a los más pequeños y  suavizando  la convivencia hogareña.

4.      Nadie viene al mundo sin pecado

Pareciera que la mentalidad pastoral presente es consciente de que es evidente  que no se dan las condiciones  mínimas para celebración de los sacramentos, pero resulta difícil proceder de otro modo que no sea celebrarlos.

La sacramentalización sigue ocupando un papel preponderante en el esfuerzo pastoral, pero crece la sensibilidad a reconocer que la vida del adulto tiene muchos cuestionamientos que reflexionar; ¿por qué estamos aquí?, ¿Por qué tanto sufrimiento en la vida?, ¿por qué no podemos evitar la muerte?, ¿por qué en medio de un sacrificio constante, debemos obedecer leyes de la familia, de la sociedad de la naturaleza?

La respuesta  cristiana comienza reconociendo que nadie viene a este mudo sin pecado, y el sentido de culpa y deuda solo se puede resarcir con los sacramento, por eso, la preponderancia del sacramento en la vida eclesial.

Pero  ante la percepción de inmortalidad o permanencia en el tiempo, que experimenta el hombre de hoy, su enamoramiento de esta tierra y sus posibilidades, ¿qué sentido tiene oferta que le hace la Iglesia a una inquietud ¿que cada vez está más alejada de sus preocupaciones ordinarias?

VI.             Sé cristiano y serás adulto

Si el pastoral que tenemos responde al gran interrogante de sentido que planteaba la edad adulta en el pasado: ante la angustia de la muerte, constante sentimiento de frustración, y la incapacidad de encontrar sentido al sufrimiento. Reconocemos la coherencia en los elementos elegidos para enfrentar estos interrogantes.

La muerte asusta menos y el paraíso puede esperar. La mujer ha conquistados espacios impensables hace unas décadas, y los conocimientos y utilización de las tecnologías se ha divulgado y recibida con extraordinaria flexibilidad. El hombre común tiene hoy a su disposición más respuestas que preguntas; los conocimientos del párroco, del catequista, del profesor de religión deben reinventarse para ser escuchados. Recuerdan el programa salvados, cuantas historias de salvación circulan hoy.

¿Cómo se puede llegar a recuperar el aprecio al valor de la religión desde los problemas actuales del adulto? Hay que asumir con valentía que no nos encontramos ante el “naturaliter christianus” adulto, ¡hay que reinventarlo!

1.      El escollo sin detectar

Hoy en la mentalidad pastoral destaca la atención que dirige al cuidado de los pequeños. Algunos calculan que el 90% de las atenciones y energías están orientados a los niños y a los adolescentes. (catequesis, búsqueda de catequistas, inventar para que los mas pequeños participen en los momentos importantes del año litúrgico, preparativos de la primera comunión y confirmación, grupos de oratorio [Grest] y planes vacacionales.

Pero, por extraño que parezca, la pasión plenamente evangelizadora frente a los pequeños está casi del todo ausente.. Por estas razones: en la elección de  los catequistas falta  discernimiento se opta por la autocandidatura, ellos que tienen un papel muy importante en la educación de la fe de los niños; se mantiene un estilo de comunicación escolar en la catequesis y en la predicación; está totalmente ausente la mistagogia de la experiencia de la oración y liturgia, y nos fijamos si saben o no el padrenuestro y el avearia.

No se lee entero ninguno de los cuatro Evangelios durante el periodo llamado de iniciación cristiana. La práctica de la fe en el hogar, el testimonio de los padrinos, son cuestiones que ni siquiera se pueden plantear, por temor a una desbandada de agentes pastorales, ante la protesta de los fieles.

El inmenso trabajo con los niños, a veces, queda reducido a proporcionales unos conocimientos rudimentarios del cristianismo. Creemos que lo que pudiera hacer brotar en ellos un sentimiento religioso cristiano será, cruzar la puerta estrecha del estado adulto en el mundo. Quee el pasado era el momento delicado y exignte del crecer cristiano.

Hay que tener en cuenta que la correa de transmisión  entre “el estar en el mundo” de los adultos  y su inclinación natural hacia una percepción Cristian del mundo se ha interrumpido. Los adultos ha sido dejados totalmente de lado.

Los aniños a su vez se han convertido en el santa santorum de la fe e los adultos; juventud, vida pura, plena , inocente  abieerta y siempre reinscribible. Esto produce en los niños  un sentimiento natural de narcisismo y de susceptibilidad; son los tirans del hogar o los nuevos mesias, pro eso también las catequesi de los niños son espacios lúdico-reecreativos. No s fácil que estos pequeños salvadores descubran una historia de salvación que no es hechura de sus deseos y caprichos.

2.      El golpe de gracia sé cristiano y serás adulto”.

Fracaso casi total del sistema actual de iniciación cristiana. Este sistema considera que debe emplear sus mejores energías con  los niños. Con la finalidad que en un futuro sirva para que los adultos puedan responder a todos los cuestionamientos que se harán presentes, tarea apoyada por la familiar , cultural y social se llvará a cabo esta tarea. Nada más imaginativo.

A no podemos pensar en la acción pastoral según el axioma: “sé adulto y serás cristiano” y cambiarlo por “Sé cristiano y serás adulto”. Ya no podemos apostar por esperar a entrar en la edad adulta para hacernos cristianos, para comprender la conveniencia  de las prácticas y palabras  cristiana  para una vida dignamente vivida.

Hay que favorecer la tarea de crear las condiciones para que todo aquel  que entre en la realidad concreta de la  vida eclesial pueda llegar a ser cristiano. Y para llegar a ser cristiano adulto.

Nuestras parroquias  no son en este momento lugares donde  uno pueda “hacerse cristiano”, encontrarse con Jesús y experimentar una manera  de enamorarse de él. Partimos del error de creer que los invitados a la iniciación, los niños, proceden de familias  formadas por adultos en sintonía con el cristianismo que permite considerar a dichos niños en cierta  manera preparados para la iniciación cristina. Esto no es real.

3.      Aquí se llega a ser cristiano

El sentido de toda acción pastoral tiene como objeto posibilitar  que quien desee se haga cristiano. Todo lo que hagamos: catecismo, sacramentos, santa misa, oraciones, devociones, novenas, encuentros de jóvenes, grupos de oratorio, planes vacacionales, ofertas educativas, debe estar bajo el signo de “Aquí se llega a ser cristiano”, esta es el objetivo de una pastoralque quiere llegar a ser luz.

Los cambios de condiciones de vida de los adultos ha implicado  un profundo cambio de significado y de valor de lo que se define como “adultez “y, por lo tanto, un eclipse total del adulto tal como lo imaginamos. La condición de adulto ha dejado ya de representar el lugar del posible deseo humano, ya que ha renunciado a enfocar esta etapa de su vida como el momento de invertir todo en el enfoque de la responsabilidad y el cuidado de los demás y renunciar a su propio espacio de acción. Todos desean seguir siendo jóvenes para siempre; jóvenes de verdad o de mentira.

¿Puede mantenerse una sociedad sin adultos?¿Dónde se puede aprender el valor de ser adulto? Acoso ese camino interrumpido hacia la edad adulta , donde se plantea la pregunta por el sentido y donde la Iglesia se debería hacer presente con una pastoral convencida de que el reto que se le plantea es: “sé cristiano y serás adulto”. Es la manera qde que la iglesia sea fiel a su misión de ser amiga de Jesús y servidora de los hombres.

 VII.            La alegría de dar alegría.

Hay unas presunciones muy arraigadas:

A)     Alimentar la esperanza de que depositar la semilla de la iniciación cristina en los pequeños, como una garantía que en su vida adulta maduraran esas semillas que se les han ido lanzando en su cabeza más que en su corazón durante los años de catequesis, es una falacia.

B)     Además, considerar que las familias de origen están formadas por adultos ya “cristianizados”, que después de introducir en los ambientes de la iniciación cristina a esos niños, les acompañaran en su camino hacia la edad de la madurez, donde ellos mismos encontraran las razones para creer, es otra de las imaginaciones fantasiosas de la pastoral actual.

C)     Y estas presunciones encajan  la anual y concreta desilusión de constatar que quienes  acaban de hacer  la primera comunión y la confirmación desaparecen ya el domingo siguiente.

D)     Se mantiene la esperanza de que deje de producirse esa drástica desaparición, aquí reside la constancia een las practicas de siempre y evitan cuestionar el sistema subyacente de la estructura pastoral en la qu se mueven.

En esta nueva época que hemos nombrado un rasgo muy especifico es la separación del vínculo entre la condición adulta y la apreciación de la visión cristiana del mundo. Definitivamente hay que pasar de la formula “ Sé adulto y serás cristiano” a la de “Sé cristiano y serás adulto” “Aquí nos hacemos cristiano” eeste ees el nuecleo delpeensamiento y de la acción  de toda comunidad  que quiera tener futuro.

Ser adulto no podemos identificarlo con la que ya no es, pensar en un momento en llegar a convertirse en queenes asumen  el compromiso de mostrar personalmente que el valor de lo humano es el cuidado.

Las enormes mejoras de la vida de los adultos no es ajena al riesgo que lleva esa “adoración de la juventud” que ha conquistado el corazón de los adultos de hoy: el riesgo de tirar al niño  con el agua del baño, en definitiva, quedarnos “sin adultos”  y sin lugar donde permitir  que los niños lleguen a serlo. Olvidar este riesgo – encontrar lugares donde llegar a ser adultos- sería una decisión imperdonable para la pastoral.

1.      Sin adultos

Las generaciones de los muy mayores baby boom y generación X ( n, dietqacidos antes de 1946) los milennials (nacidos entre 1980 y 1995), la generación Z ( nacidos después de 1995) nunca han estado mejor que hoy en el mundo de los adultos pero nadie en el mundo quisiera renunciar a ser lo que los adultos deben ser, paradójico.

Pero, ¿“dónde están los hombres y mujeres adultos, los que han dejado atrás la confusión, los conflictos, la vulnerabilidad, los estilos de vida, los atuendos, las modas, el cuidado del cuerpo, los modales e incluso el lenguaje de la juventud, ¿pero no se siente agobiados por la idea de que se acerca el final y no pueden evitarlo?

Ha ocupado su lugar una juventud insolente, falsa, supuestamente ilimitada. Prolongada contratamientos, sustancias, curas, dietas infoltaciones y cirugías; madres que parceerse a sus hijas y que se visten como ellas, a menudo haciendo el ridículo. Y lo mismo curre con los padres. Que renuncian a sí mismos para integrarse  n “l cultura juvenil” de su hijos .( G. Zagrebelsky, sensa adulti, Turin , Einaudi, 2016, pp. 46-47)

Los adultos conservan el símbolo d joven, por encima de todo y quieren mantener ese lugar. Lo que lleva a los adultos actuales a convertirse lo menos adultos posibles. Estamos asistiendo a la disolución de los que significa adultez. No hay responsabilidades sociales, publicas, todo es privado. No existen ya modelos vida adulta que se caractericen por haber creado un núcleo familiar, una responsabilidad social y publica. Ha renunciado al cuidado como valor de estar en el mundo de nuestra especie, quizá la absoluta irresponsabilidad de las generaciones anteriores haya llevado a estas situaciones, pero la situación única de la falta de cuidado a la ecología humana y ambiental tiene que ver con esta delegalizacion de responsabilidades.

2.      La alegría de dar alegría

La humanidad del hombre tiene que ver con la capacidad e considerar a los demás como dignos de recibir  una atención igual o mayor  a la que se dedican a sí mismo, con la capacidad de transcender el propio interés y orientarse al de los demás. El corazón del hombre solo disfruta de la alegría de dar alegría. La felicidad del hombre s a través de contribución a la felicidad de los demás. Somos felices en los otros, por que en definitiva son los otros quienes nos permite ser nosotros mismo, pudiéramos ecir que el a adulto es quien sabee que no es el mundo  el que está en “deuda”  con él, sino que es él mismo  quien esta e “deuda”  con el mundo, y que solo honrando esta deuda  encontrará el camino de una verdadera alegría de estar vivo. Responsabilid tiene que ver coneste querer responder cada vez qu el cuidado de la vida lo llama. Tristemente esto es lo que esta cuestionado hoy en la búsqueda insaciable de satisfacion inmediata.

Dice Francisco: hmos creado una cutura que, por un lado, idolatra a la juventud  quiriendola hacer terna, pero, paradogicamente, hmos condenado a nuestros jóvenes a no tener un espacio de real inserción, loshemos marginado de la vida publica;obligándoles a emigrar  o mendigar por empleos que no existn. Hemos privileefgiao la especulación en lugar de trabajos dignos y genuimos que les permitan ser protagonistas activos een la vida de la sociedad . Les eexigimos que sean frmento de futuro, pero los discriminamos  y “condenamos” a golpear puertas que en su mayoría están cerradas.

3.      La carencia más grande

El adulto sirve. Por eso en las generaciones pasadas el hacerse adulto era el prier punto en la agenda de los recién llegados al mundo. Para eello , a pesar de todo, la meta era alcanzar la adultex. Hoy estamos en otro sitio; por suerte o por desgacia.

Los adltos han llegado a uno bienestar impensable para generaciones anteriosres, pero no quieren crecer, con lo que impiden a los adolescentes y jóvenes crezcan a su vez. ¿Cómo puede losjovenes  crecr si  si frente a sí no tiene más que  fotocopias malas de sí mismos, esos falsos jóvenes que ya son adultos? ¿ Que pueden enseñar  los adultos  que solo se preocupan de sí mismo, narcisitas, indiferentemente autoreferenciales y preocupados solo por no parecer viejos y por no perder ninguna ocasión  de diversión?

La mayor carencia que caracteriza nuestro  tiempo  es la que se refiere  a la desaparición  del discurso del adulto , sobre todo en relación con las njevas genaciones. La comunidad eclesial debería acerse csrgo de esta carencia por su bien , po supesto, pero por el servico que dbe prestar a la humanida.

4.      Dar a luz adultos que sirvan

Si nos proponemos “sé cristino y serás adulto”, debemos recuperar  la propia y concreta identidad del lugar  en el que se llega a ser cristianos. Lograr convertir los  lugares eclesiales  actuales enlugares  donde hacerse creeeyentee  no va a ser fácil. Algunos dirían que convertirse een cristianos eenlas actales de lamentalidad pastoral ¡es un verdadro milagro!           Es sencillo pero al mismo tiempo exige voluntad y coraje,desaprender del sistema pastoral que nos propone para llegar a ser cristino  basta con ser adulto.

Segundo hay que pasar  de la idea de que la Iglesia sirve para dar luz al mundo de los aduktos, a la idea de que la Iglesia esta llamada a dar luz a los adultos que prestan servicio.

VIII.          Cambio de mentalidad pastoral

Ya en el año 2004 el episcopado italiano titulaba un documento el rostro  misionro de las patroquias  en un mundo rn transformación.

Desde hace tiempo la vida  no esta circunscrita , física ye ielmene  , a la parroquia. Algunos haa pronosticado el fin de la “cultura parroquial”, el desmoronamiento de la parroquia como centro  dee la vida social y religiosa.

Es evidente que la parroquia misionera está al servico de toda la persona y de todas las persona, pero, todos advierten y reclaman,que esté más atenta  y abierta a la cuestión del adulto.

De la idea de que se es joven para llegar a ser adulto a la afirmación de que el hombre  tiene vida solo  si lucha con todas sus fuerzas para permanecer joven. La adultez no es solo una elección personal e individual, hoy es ya plenamente aceptado ue las fuerzas econicas y políticas están interesadas en mantener este culto a la juventud por la ventajas que reporta sus intereses.,

1.      Pastoral del embudo

Ha sido una practica común pretenr que para llegar a una vida adulta plena había que someterse a la recarga pesada de ddoctrinas, prctica y e instancias que garantizaban llegar a ser adulto s. Esto por supuesto se reflejaba en el estilo de pastoral:  acomáñar a los menores hasta llegan a ser mayores ara  la celebración d su boda, para la catequesis o los sacramentos de sus hijos y para hacerles sentir su cercanía en los momentos particular mente difíciles de su vida.

La ida no es juego y por eso una cierta religiosidad rigida y triste era el ambiente donde crecían los niños. Y aun más algunos recuerdan que el prestigio de los sacerdotes estaba muy ligado  a su autoridad para “decir misa”  por los difuntos.

Otro de los componentes de esta practica del embudo en la pastoral consistia en ofrecer una mínima  introducción a la idea cristiana de la insistencia que estaba marcado por la frustación el sacrificio y la incertidumbre de la muerte.

Por ello el ser catequista no requeria mucho mas qu ser capz  de en un ambiente escolar apollados de la familia, eduativo y social al que pertenecen has llegar a ser adultos cristianos

Mas modernamente se ha presentado la pastoral juvenil como una oportunidad de crear una red de amistad entre sacerdotes y jovenees  y de losjovrnes entre los propio jóvenes  entre sí: una amistad que permita  que los jóvenes desarrollen un afecto  sincero y pleno por la vida de la Iglesia. Aquí también el conocimientobiblico y la mistagogia concreta de la experiencia de la oración no son relevantes y, finalmente una falta de referencia formativas sobre la problemática propia de la vida del joven y su entorno, en definitiva, la vida adulta espera al joven, no necesita prepararse para elegir su propio estilo de adultez.

La idea del creyente no practicante era admitida con bastante facilidad, una partencia nominal sin una práctica real de la fe. Esto es una total carencia del empeño en la principal tarea de la pastoral, de su misión evangelizadora: en poner a las personas con el Evangelio de Jesús, para que le conozcan, se encuentren con el y sean sus discípulos para el servicio de la transformación del mundo.

Hoy hablamos de la persona espiritual no religiosa, que pude dejar en entre dicho la fundamental opción por el Evangelio de Jesús y del Jesús del Evangelio. Basta con ser adulto “cristiano”.

2.      Pastoral del encuentro

Poner en el centro del ser y actuar  eclesial  la creación y cuidado de las condiciones  que hacen posible llegar a ser cristiano, tener esto presente peritirá que los que se hacerquen  al umbral de la comunidad cristiana, sobre todo los pequeños, puedan encontrarse con Jesús y su Evangelio y enamorarse en cierto modo de él. Estamos aquí para permitir  que cualquiera s encuentre con Jesús, porque así es como se llega a ser cristiano.

La parroquia está, pues, inevitablemente destinada a convertirse en lugar de encuentro entre los hombres y Jesús, algo que se reservaba para el paso a la vida adulta.

Esto puede ayudar a que los jóvenes la forma adulta del ser humano y que el adulto vuelva a descubrir la belleza de la madurez al servicio del cuidado de todo y de todos, dejando de lado el agua sucia las adherencias de la idolatría juvenil

En Jesús se revela la plenitud eel rostro de Dios invisible, pero también la plenitud del rostro del hombre. Jesús revela, por tanto, la verdad del adulto. En Cristo encontramos la posibilidad de acoger la presencia de la bendición paternal e Dios sobre la propia vida (=llegar a ser cristiano) y de transformar la propia vida en una ocasión de bendición para aquel que a quien la suerte ponga en su camino (=llegar a ser adulto).

“Para muchos jóvenes Dios, Iglesia, la Religión son palabras vacías; en cambio, son sensibles a la figura de Jesús, cuando viene presentada en modo atractivo y eficaz.

Por eso la iglesia no tiene que estar pendiente de sí mismo sino de Jesucristo. Algunas cosas concretas deben cambiar, y recoger la visión de los jóvenes. (CV,39) Ardor y pasión evangélica que engendra el ardor y la pasión por Jesús.

Una pastoral de encuentro es contagio, reflejo de la pasión por Cristo, este es la característica fundamental del agente pastoral enamorado de su opción por Jesús.

IX. Jesús, el hombre de la alegría y la alegría del hombre

A veces lo que hace falta no es más que detenerse y ar un paso atrás. Nuestras acciones pastorales se vuelven rigidas, y ni siquiera la capacidad retórica de los agente pastorales es capaz ya de esconder  la evidente falte e relevancia  que tiene la experiencia cristiana para las nuevas generaciones y la creciente desafección frente al universo eclesial de la mujeres  que llegan a la edad madura.

Conocemos este estado de cosas, pero sigue haciendo lo que siempre se ha hecho, se apoyan en la expectativa de que los niños y adolescentes no se alejan cuando reciben los sacramentos, y las mujeres se sienten como en casa, al menos las que vienen. Y aunque no son ciegos para observar que a las misas dominicales cada vez asisten menos personas, y la gente cada vez más anciana, desaparecen los encuentros de jóvenes, las vocaciones, en fin se mantiene esa locura , la de pretender  obtener resultados  diferentes haciendo lo mismo de siempre

Dos pasos, pararse y desechar la idea de “Sé adulto y serás cristiano”, no podemos decir que no somos cristianos porque no podíamos liberarnos del deber de ser adultos.  Pero también se debe reconocer que en el quehacer pastoral vigente no se ha puesto mucho énfasis en poner en primer plano  el núcleo mismo de la de la religión cristiana, Jesús ; y se dedica poca atención y energía a que todos los creyentes tengan  un conocimiento profundo e integral de las páginas del evangelio, que practiquen la oración cotidiana como diálogo con el Señor y que participen activamente en la celebración de la Eucaristía que es el memorial  de su amor incondicional por todos los seres humanos. Liturgia si alegría dependiendo de cantos entretenidos y animadores competente.

No nos quedemos aquí, debemos dar un paso adelante. “Hay que tener el valor de realizar una pastoral evangelizadora audaz y sin temores, porque el hombre, la mujer, las familias y los diversos grupos que viven en la ciudad esperan de nosotros, y lo necesitan para su vida, la Buen Noticia que es Jesús y su Evangelio. (Francisco)

La Buena Noticia que es Jesús y el Evangelio es la palanca que debemos utilizar para movernos de la rutina y de la costumbre.

La comunidad de creyentes debe, por tanto, organizarse de manera que resulte evidente que no importa ya desde dónde o por qué una persona se acerque a ella, ni durante cuánto tiempo decida formar parte de ella, porque lo importante para ella es la promesa y el compromiso de que nadie pase por ella sin encontrarse con Jesús y su Evangelio.

1.      Jesús adulto para siempre 

Volver a Jesús. Procurar las condiciones que permitan hacerse cristiano. Renovar el entusiasmo y la pasión por Jesús, para poder reflejarlo y contagiarlo a todos. El acercar a las personas a las paginas de Evangelio, ofrece todas las garantías para que los agentes pastorales puedan estar a la altura de su tarea primordial de reflejar y contagiar el entusiasmo y la pasión por el Evangelio.

En sus paginas brota el poder de atracción de Jesús, él es siempre el que busca  y a quien se busca , él sale al encuentro.

El lugar habitual de su predicación era la calle, abierto al encuentro con todos. Jesús camina y ofrece su Palabra, su cercanía y sus signos. Nunca busca el espectáculo ni el deslumbrar al que le escucha, da espacio y tiempo para que cada uno asimile su mensaje y se abra a su propuesta, por eso habla en parábolas. Jesús no destruye, ofrece una mirada nueva para reconocer las maravillas de Dios y de la vida.

Jesús hablo con la gente, y ellos descubrieron que hablaba para ellos , aunque su lenguaje que no reconocen como suyo.

Desde el profundo amor con de Jesús por la tierra y la vida, como su Padre del cielo, es que la gente pudo experimentar que la vida no era explotación y desdicha. Pero Jesús fue claro en su propuesta de vida en abundancia: los seres humanos estamos hechos para convertirnos  en seres del cuidado; que estamos llamados a vivir en la tierra y en el cielo  como hijos amadísimos de Dios.

Su vida y su palabra son la fuente que transmite vida, porque vivió la vida real con sus dificultades y alegrías con un pueblo dominado y explotado. El experimento la tentación de no amar la vida, de rechazarla, pues se le negó el reconocimiento de su entrega generosa y desinteresada, de descubrir como se había abandonado el proyecto de Dios, la bendición el padre, que lo ha creado todo.

La vida de Jesús desde su bautismo hasta el proceso que le condujo a la muerte en la cruz, es un apasionado intento de amar a todo hombre y mujer con los que se han encontrado, también sus adversarios. Para dar la vida a los que vivan sin vivir. Ningún hombre o mujer ha sido ajeno para él: el pecador, el enfermo, el rico, el pobre, el extranjero, el que busca, el indiferente.

Nadie ha sido más humano que Jesús, porque nadie  se ha entregado más plenamente  a la vida del otro: a su alegría. Nadie más humano porque nadie ha sido más adulto que Jesús.

Dejarse e contemplarse a uno mismo y comprometerse a cuidar la vida, de la alegría de vivir, en los otro. Esta es la propuesta de madurez, de vida adulta: hay más alegría en dar que en recibir.

El rechazo, la negación, la resistencia ante las dificultades y sufrimiento, de la persecución a la condena a muerte, le apartó de creer en la vida. Quien se encuentra con él puede llegar a ser cristiano y llegar a ser adulto.

2.      Dejarse contemplar

La pastoral del encuentro nos obliga a rechazar la reticencia y la vergüenza y a centrarnos en la verdadera evangelización, en el anuncio de la buena Noticia  que es Jesús y su Evangelio.

Pasar de la pastoral del desencanto y la resignación a la pastoral del encuentro y de la alegría, es decir, pasar del cristianismo del consuelo a un cristianismo del enamoramiento.

“La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por él que nos mueve a amarlo siempre más. Amar nos da el don de comunicar al amado. Solo en la oración contemplativa frente a un crucifijo o de rodillas ante él, y simplemente ser ante sus ojos Santísimo. Cuanto bien nos hace dejar  que él vuelva a tocar nuestra existencia y nos lance a comunicar su vida nueva ( E. G , 246)

IX.               La Iglesia del futuro

Pasar del pensamiento a la acción, de las buenas intenciones a las buenas prácticas. Del “ sé adulto y serás cristiano” al “Sé cristiano y serás adulto”.

Los espacios seguirán siendo lo que son: la familia, el aprendizaje, el paso a la edad adulta, la comunidad cristiana, será la experiencia eclesial podrá garantiza ese cambio. Donde hay cristianos, allí se llega a ser cristiano. Lo importante es que el que se acerque perciba la oferta o propuesta que se ofrece: pase lo que pase, no te irás de aquí sin haberte encontrado antes con Jesús y, esperamos, sin haberte enamorado antes de él.

Algunas propuestas:

1.      Aquí nos convertimos en cristianos

No importa por qué motivo o por qué camino has llegado hasta aquí. En cualquier caso, no te irás sin antes haberte encontrado con Jesús.

Todos los creyentes y en especial los agentes pastorales debemos tener presente que la Iglesia no es ella luz, es el reflejo de la verdadera luz de las gentes: Jesús de Nazaret, Salvador del mundo. Y esto debe ser nuestro primer empeño transmitirlo a los que llegan. Los caminos que llegan a la Iglesia son muchos, como los que llegan Roma, pero la meta es una. Aquí nos encontramos con Jesús. Aquí nos enamoramos de Él. Nos hacemos adultos.

2.      Jesús no es Papa Noel

Dividir por edades o por la clase que asisten los niños y adolescentes de la catequesis, no debiera hacerse. Bastará agruparlos en tres grupos: los pequeños, los que van a cumplir 10 años y luego los preadolescentes y adolescentes. El objetivo principal de estos encuentros -dos al mes- será permitir que los niños se acerquen a Jesús y puedan encontrarse con él y amarlo y querer sus amigos, encontrarlo en la realidad  y en su fuerza de atracción.

Ofrecer una lectura integral del Evangelio. Se puede comenzar con el evangelio de Lucas y con el de Mateo para los más pequeños, y hacer que el grupo de en medio siga el Evangelio de Marcos y, por último, dejando que los mayores entre en contacto directo con el evangelio de Juan.

3.      Nunca sin los demás

Ya a los más pequeños, en la catequesis, ponerlos en contacto con la dimensión esencial de la cercanía y el espíritu misionero propios,  importante que un cristiano  aprenda desde ya  y en vivo  que su opción de fe  lo destina a los demás.

Los escrutinios, antes de celebrar los sacramentos, deben estar atentos a como se forma y consolida en ellos una auténtica sensibilidad hacia la cercanía de ese tener los mismos sentimientos de Cristo, a los que los mismos sacramentos están orientados.   

Esto obliga a superar los automatismos propios de las celebraciones de sacramentos (Comunión y Confirmación) tal como hoy se realiza: tiempos, según las edades y la petición oportuna. Se ha de cuidar el que piden y para que, que no sea una simple bendición. Puede haber primero una bendición y después el sacramento a du debido tiempo. (Bautismo, Matrimonio)  

El proceso de “personalización” del acceso a los sacramentos del que estamos hablando aquí será una forma de ser honestos ante quien los pide, ante la realidad sacramental que va a celebrarse y ante el cambio de época que nos toca vivir.

4.      Encuentra una rosa y te encontrará a ti mismo

Acompañar a las nuevas generaciones que tienen un malestar para crecer. Nuestros jóvenes solo reciben instrucciones para seguir siendo hijos eternos de unos padres enamorados de su juventud eterna, se ha perdido el hecho de que la juventud es, fundamentalmente, el momento en que los jóvenes se convierten en adultos, capaces, pues, de ese rasgo de generatividad que es el valor de lo humano.

El contacto con la historia de Israel, recogida en el Antiguo testamento, ofrece garantía para permitir que los jóvenes estén en contacto con la verdad traumáticamente salvífica que habita lo humano: estamos plenamente con nosotros mismos cuando estamos con los demás. Recuerdan la rosa del Principito, a la que cuidar amorosamente para poderse encontrar consigo mismo.

Ceentrar los encuentros de los jóvenes con los grandes protagonistas de la historia del pueblo elegido – Abrahán, Moises, David-  que en medios de sus avatares permanecen fieles a una fe firme en la vida  y en la providencia divina. Esta es la verdadera herencia de los adultos: La vida merece la pena.

5.      La gran profecía: Los jóvenes son la respuesta

Acompañar es, también, preocuparse del ámbito cultural. Sobre todo, en los momentos fuertes del año litúrgico, realización de momentos de di´logo y debate, cine fórum, presentación de unlibro, análisis de un texto musical. Una propuesta de contra corriente.

Frente a una cultura que corta las alas de los más jovénes : los adulto que no quieren envejecer no dan espacio a los jóvenes que abandona la tribu familiar y solo les piden paciencia para esperar.

La propuesta debe ser: cuando los jóvenes pueden ser jóvenes hay futuro para todos; ninguna acumulación de experiencia por parte de las generaciones adultos y ancianas podrá jamás dispensar a una comunidad humana de incentivar y promover con generosidad la aportación única y original que sola la fuerza y la novedad específica de cada generación que viene al mundo posee.

Es el momento de encarar la verdad: ¡los jóvenes son la respuesta, los adultos son el problema!

6.      Mens sana in corpore

Los hijos crecen mirando, es fundamental para los hijos el testimonio de vida adulta y de vida cristiana. Hay que recuperar , para todos, pero en primer para los adultos eel gusto, la belleza y la verdad de la oración cristiana. Para uno cristiano orar es un gesto vital que nos da cada día  todo lo que nuestro ser necesita para vivir con dignidad, libertad y alegría.

Mens sana in corpore sano orandum est. No basta ni el yoga ni el yogur.

Favorecer una  Mistagogia comunitaria,

1.       Contactar con grupos y monasterios de oración

2.      En los sectores casas de oración

3.      Escuela de oración

4.      Itinerarios  comunitario deoración

5.      Proporcionar siempre que se pueda lectura, conocimiento de la sagrada Escritura.

6.      Participación en la oración de los fieles con naturalidad

7.      Comunidad de recuperación o recuperación de la comunidad

El cuidado de la fraternidad es lo que permite la salida misionera de la comunidad Hoy que las redes y los instrumentos de digitales que han alcanzado una primacía en la comunicación nos estimula el desafío  de descubrir y transmitir la “mística” de  vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos, de participar aun en esa  manera caótica  que puede convertir se  en una verdadera experiencia de fraternidad, en una caravana solidaria, en una peregrinación .

Que hermoso, sería algo tan bueno, tan sanador, tan liberador, tan esperanzador. Salir de sí mismo para unirse a otros hace bien. (E.G. 87)

El párroco no es el que posee, por gracia recibida, el compendio de todos los carismas, humanos, espirituales y profesionales que hay en el mundo; el párroco es, más bien, quien posee los carismas de la visión general, que suele manifestarse como disponibilidad para dejar ser, dejar hacer, dejar andar.

No será fácil pasar de un pastoral clerocéntrica a una pastoral que pone su centro en la preocupación de todos obre todos. Definitivamente para favorecer esta pastoral del encuentro se deberá reconocer la dignidad de todo bautizado, devolver a los laicos sus derechos, borrar todo clericalismo que impide la participación igualitaria y sobre todo la presencia de la mujer. y esto a todos lo niveles, no solo de las actividades, sino de las decisiones y discernimiento comunitario. Favorecer iniciativa de participación, de compartir y de apoyo cuidado, los unos de los otros, especialmente, niños, enfermos, jóvenes, alejados. Que los marginados tomen la palabra y que la Palabra de Dios esté a disposición de todos.

8.      ¿Esta actualizada la Web de la Parroquia?

El mundo de las nuevas tecnologías de la información (las TIC), y la presencia en el universo digital es una situación que la Iglesia a detectado como limitada y propone tomarla con interés, favoreciendo un lenguaje que llegue a nuevos horizontes. Algunos hablan de una dejadez digital eclesial. La gran dificultad de asumir el sentido bidireccional de la comunicación y casi su actualización inmediata. Tristemente las páginas webs eclesiales son autorreferenciales, expresión de los que son muchas comunidades, aisladas de la realidad que les circunda. En vez de entrar a la rede de la parroquia se entra en la red del párroco.

Existe una caridad digital por descubrir, lo que se expresa en una comunicación paritaria para todo el que entra en la red, cercanos y alejados, por los caminos que Dios solo dirige y atrae.

Es realmente altamente descriptivo de nuestras parroquias que hacen “online” lo que siempre han hecho “offline”, que es poner anuncios en los tablones en las carteleras parroquiales, esperando obtener resultados diferentes.

9.      Los últimos partisanos

El tema de la educción o formación es algo que Benedicto XVI consideraba de emergencia y el papa Francisco habla de la urgencia de un pacto educativo mundial. Las relaciones educativas dentro de la familia determinan la calidad del aporte de las instituciones extrafamiliares, centro escolar, catequesis parroquial, centro deportivo.

Hay un fenómeno muy generalizado en las familias: “el del niño de oro”. Surge la idea de un niño “potencialmente perfecto y precozmente competente” todo lo que necesitan para acceder a los estudios superiores. Esto hace que los padres tengan una sospecha soterrada de que profesores, entrenadores y catequistas no reconocen la maravillosa valía y las inmensas capacidades de sus vástagos de oro y de ponerse a su servicio incondicionalmente.

Este es el mensaje que se está dando.: “eres tan perfecto, hijo mío que no necesitas ni a p apá ni a mamá; ¡y menos aún a un profesor, a un entrenador, o a un catequista!

En encuentro entre profesores, educadores que gravitan en el entorno parroquial, fomentar la organización d grupos y propiciar formas de dialogo no institucionales y entre grupos y familias. ¡has oído hablar alguna vez en tu parroquia un grupo de profesores d religión?

10.   Los cantos son más importantes que la homilía.

La naturaleza festiva del domingo, la alegría que supone recordar la resurrección del Señor, la belleza de toda celebración litúrgica el fuego que Jesús ha venido a traer, del que deberíamos revestirnos cada vez que celebramos la Pascua semanal. Un buen sermón no hace domingo.Los cantos son importantes.

El domingo merece nuestro mejor empeño posible. Hay cosas que no son tan importantes: celebración prefestiva, demasiadas misas el domingo, comunión bajo las dos especies, estar de pie o de rodillas, cuando decir amén o “gracias” al comulgar. Y ponerle un poquito de atención a los cantos: al coro, al grupito de músicos o espontanea de la primera fila que entona inevitablemente el canto del ofertorio, y a que ha aprendido de nosotros, los curas , que les corresponde “animar la liturgia” mientras los otros aprovechan para mirar un mensaje de WhatsApp o echar un vistazo a Instagram.

Significado religioso, antropológico, cultural y social del domingo; facilitar experiencias comunitarias y festivas, y liberar al hombre moderno de la esclavitud de absolutizar el trabajo y reducir lo festivo con diversión. Abrir la fiesta a la transcendencia, a la consistencia de la unidad familiar, porque el domingo es también el día de la familia.

Debe haber un equilibrio entre palabra y sacramento en nuestras celebraciones: cuidado del rito, valoración de los signos, unión entre liturgia y vida. La Palabra, en la proclamación y en la homilía, debe presentarse respetando el sentido de los textos y teniendo en cuenta las condiciones de los fieles. El rito sin interrupciones o intromisiones indebidas. No sustituir los signos y gestos auténticos, decorosos y expresivos que nos ayuden a profundizar el sentido del misterio por recursos astuciosos y lúdicos. Que sean comprensivos o preparados no se interrumpan con explicaciones innecesarias. Celebración sn prisas ni demoras, que haya equilibro entre palabra, canto y silencio. Cuidar el lugar y ambientación de la celebración. Se necesita una liturgia que sea seria, sencilla y bella, que sea instrumento del misterio, y que sea inteligible y al mismo tiempo capaz de narra la eterna alianza de Dios con los hombres. Preparar las celebraciones. Han de promoverse otras formas de oración, litúrgicas o no, que favorezcan continuar la jornada festiva, en la iglesia, en la familia, en dialogo con el Señor.

El día del Señor es también tiempo de comunión, de testimonio y de misión. Debe conducir a consolidar los vínculos de la fraternidad y de incrementar la dedicación al Evangelio y a los pobres.

La convergencia natural de todos en la celebración parroquial común, ha de ser expresión de comunión que intensifique la relación entre celebración y expresión de fe en la caridad.

Contribuir a educar al tiempo libre, ayudando a descubrir su sentido por medio de actividades recreativas, espirituales, de comunión y de servicio.      

“Aquel lejano “día después del sábado” dio comienzo la aventura del cristianismo en la historia de hoy; en la celebración litúrgica festiva de ese “día de los días” es donde se está escribiendo su futuro.”

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