MADRE DEL PUEBLO FIEL
1.
Introducción: contexto y propósito del documento
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe
publica la Nota Doctrinal "Mater Populi fidelis" (Madre del
Pueblo fiel) como
respuesta a numerosas
consultas, propuestas, publicaciones
y, en ocasiones, presuntos fenómenos sobrenaturales (a veces difundidos por
redes sociales) relacionados con la devoción y los títulos marianos.
El documento busca clarificar la aceptabilidad y el sentido
correcto de ciertos títulos, ya que se observa que, junto a la genuina
"piedad del Pueblo fiel", existen propuestas que generan confusión,
sugieren nuevos desarrollos dogmáticos o reinterpretan términos pasados. El
texto se enmarca en un doble objetivo:
a. Mantener la
fidelidad a la identidad católica. b Sostener un
"particular esfuerzo ecuménico", reconociendo que ciertos títulos
pueden ser problemáticos y crear dificultades en el diálogo.
El desafío que aborda el documento es comprender
adecuadamente la cooperación de María en la obra de
Cristo, evitando problemas
terminológicos y doctrinales
que puedan tener repercusiones cristológicas, eclesiológicas o antropológicas
erróneas.
2. El eje central: única mediación de Cristo y maternidad de
María
a. El punto de partida y eje central de toda la reflexión es la absoluta y
única mediación b. El eje central: única mediación de Cristo y maternidad de
María El punto de partida y eje central de toda la reflexión es la absoluta y
única mediación de Cristo (1 Tim 2,5) como único Mediador y Redentor.
La cooperación de
María se presenta
siempre a la
luz de este
misterio, y el
hilo conductor del documento para entender esta cooperación es la
maternidad espiritual de María hacia los creyentes. Toda cooperación de las
criaturas, incluida la singular de María, es siempre participada, subordinada y
dependiente de la única fuente de Cristo; nunca es paralela, competitiva ni un
complemento necesario.
3. Fundamentos de la cooperación mariana
- Fundamento Bíblico: Se remite a la "Mujer" de
Génesis 3,15 y del Calvario (Jn 19,26). En la Cruz, Jesús la entrega como
"Madre", y el discípulo la "acogió" (Jn 19,27) con un verbo
de fe.
- Visión Patrística: Los Padres se centraron en
títulos como Theotokos (Madre de Dios) y María como la "Nueva Eva".
San Agustín la llama "cooperadora" en la Redención, pero
subordinada a Cristo.
La tradición oriental
(iconografía Odēgētria) la muestra como quien señala el Camino (Cristo).
- Magisterio (Vaticano II): El Concilio, en la
Lumen Gentium 56, afirma que María no fue
un "instrumento puramente pasivo", sino que "colaboró por
su fe y obediencia libres a la salvación de los hombres".
Se insiste en que la cooperación de María es de orden
maternal, no sacerdotal, y proviene siempre de la iniciativa de Cristo
resucitado, que incorpora a las criaturas en su obra.
4. Clarificación de títulos
El documento aborda títulos que, aunque usados en el pasado,
hoy requieren una clarificación precisa debido a su ambigüedad teológica.
- ·
Sobre "Corredentora" (Co-Redemptrix):
ü
Origen: Aparece en el siglo XV (como corrección
al término "Redentora", que nunca fue aceptado dogmáticamente).
ü
Uso: Aunque algunos Pontífices (Pío XI, Juan
Pablo II) lo usaron, siempre clarificaron que no es en un plano de igualdad. El
Concilio Vaticano II evitó el término por razones dogmáticas, pastorales y
ecuménicas.
ü
El Problema:
El prefijo "Co-" se
presta a equívocos.
Puede ser malinterpretado como
si pusiera a María "en paridad" o igualdad con Cristo, oscureciendo
la mediación única y fontal de Jesús o sugiriendo un poder salvífico autónomo.
ü
Conclusión: El documento califica el título de
"siempre inoportuno" y desaconseja su uso.
·
Sobre "Mediadora" (Mediatrix):
ü
Uso:
El Vaticano II
usó el título,
pero lo equilibró
inmediatamente afirmando que "hay un solo Mediador" (1 Tim
2,5), y optó por no definir este título como dogma.
ü
El Problema: El riesgo es atribuirle
"funciones activas paralelas" a las de Cristo.
Clarificación: La mediación de María es
participada y subordinada. Es una mediación maternal, ejercida
en la intercesión
y la cercanía espiritual, pero nunca como una
uente paralela de mediación.
·
Sobre "Madre de la Gracia" /
"Mediadora de todas las gracias":
ü
Clarificación: Ninguna criatura, ni siquiera
María, puede "producir" la gracia o infundirla en el alma
("illabitur"). Solo Dios es la fuente e infunde la gracia.
ü
El papel de María: Su papel no es el de
"dispensadora universal" de gracias. Su
acción es "principalmente dispositiva": ayuda
a "abrir el corazón" a la acción del Espíritu
Santo mediante su intercesión materna y su acompañamiento.
5. La vía segura: La mediación maternal
El documento reenfoca la discusión hacia la mediación maternal como la
forma más adecuada de entender la cooperación de María.
Se concluye que el título más sólido, adecuado y que recoge la tradición
y la piedad popular sin ambigüedades teológicas es el de "Madre":
·
Madre
de los creyentes: Título con profundo fundamento bíblico (Jn 19,27) y
patrístico.
·
Madre
del Pueblo fiel (Mater Populi fidelis): Título que da nombre a la Nota y expresa
su cercanía al pueblo de Dios.
·
Madre
de la Iglesia.
Estos títulos expresan de forma segura su relación con nosotros, sin
competir con la centralidad de Cristo.
6. Criterios doctrinales y conclusiones
La Nota Doctrinal reafirma con contundencia la única mediación de Cristo
y ofrece criterios claros para la devoción:
1. Favorecer siempre nuestra
unión inmediata con Cristo.
2. Subrayar que la cooperación de
María es materna, no sacerdotal.
3. Evitar atribuirle a María
poderes de causalidad perfecta o la función técnica de "distribuidora de
gracias".
Conclusiones clave:
·
Los
títulos "Corredentora" y "Mediadora" (de todas las gracias)
se desaconsejan por ser teológicamente ambiguos,
generar confusión y
crear dificultades ecuménicas.
·
Se
subraya que estos títulos no son dogmas de fe definidos y, por lo tanto,
"los fieles no están obligados a darles un asentimiento de fe".
·
El Código
de Derecho Canónico, en el canon 752, afirma que “Se ha de prestar un
asentimiento religioso del entendimiento y de la voluntad, sin que llegue a ser
de fe, a la doctrina que el Sumo Pontífice o el Colegio de los Obispos, en el ejercicio
de su magisterio auténtico, enseñan
acerca de la
fe y de las
costumbres, aunque no sea su intención proclamarla con un acto decisorio; por
tanto, los fieles cuiden de evitar todo lo que no sea congruente con la misma”.
·
El documento valora la piedad popular
(peregrinaciones, devociones) como un "tesoro eclesial" y un lugar
teológico donde el
Pueblo fiel reconoce espontáneamente María como Madre. Busca acompañar esta
piedad con claridad doctrinal, no restringirla.
·
La verdadera grandeza y belleza de María no
consiste en atribuirle funciones que oscurecen a Cristo, sino en su
transparencia absoluta a la gracia y en ser la primera discípula.