CURSO 2024-24 CATEQUESIS PARA LA VIDA CRISTIANA
Iº Encuentro 08/02/2024
Unas catequesis
insuficientes
En una época pasada,
que llamamos tiempos de cristiandad, se suponía que por medio de la
participación en el ambiente, se hacían cristianos por “osmosis", a penas
sin tomar conciencia de la novedad que trae Jesucristo y sin sentirse incitado
a hacer una opción personal.
La Iglesia daba por su
puesto que los bautizados ya estaban iniciados; consideraban la catequesis como
una mera preparación para la recepción de los sacramentos y la centraba en dar
contenidos para ilustrar esa identidad que se suponía que las personas traían
consigo.
La catequesis
fundamentalmente era enseñar las verdades de la fe, dar a conocer los
mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia, memorizar las oraciones del
cristiano y preparar para recibir los sacramentos, ni más ni menos de lo que
sea hecho toda la vida.
2. Hoy se vine trabajando en ampliar y renovar la acción
catequística. Se habla de “La catequesis de la experiencia”, por supuesto ¨la
experiencia humana es constitutiva de la catequesis¨ (DC 197), pero tiene un
límite, el subjetivismo, en el que el grupo de catequesis y sus miembros pueden
convertirse en la medida del Evangelio.
Algunos hablan de catequesis antropológica, pero hay que aclarar que el don de
la vida inmortal es don de Dios para los que creen.
Se busca una catequesis que se
atractiva para los adolescentes, para
ello pues las dinámicas y metodologías adquieren un protagonismo
especial, y corren el peligro de convertir las propias experiencias en auto
referencia, lejos de abrirse a la novedad de Jesucristo que media la Iglesia,
cerrando se a una actitud discipular.
Pero
hoy nuestra catequesis sigue siendo una preparación doctrinal para la
recepción de los sacramentos, ni más ni menos de lo que sea hecho toda la vida.
No obstante, la renovación catequística
no ha sido en vano y hoy cada vez esta más presente en el catequeista que la
referencia fundamental a la Palabra es totalmente necesaria. Tener contacto
directo con el evangelio, lo que llamamos momento de iluminación, y con la fe
de la comunidad es fundamental. Todo ello hace que se priorice el Kerigma en el proceso catequístico.
Pero es fácil de percibir que algo falta,
pues pareciera que no se lograr favorecer el encuentro personal con Jesucristo,
el Maestro y el Señor, frenando el proceso discipular.
3. En este momento la Iglesia ya tiene una clara visión de lo que es necesario para que la catequesis cumpla su misión engendradora de vida en Cristo.
Una catequesis inspirada en el catecumenado
bautismal. Práctica que en el pasado pagano alumbraba la fe e iniciaba a
la vida cristiana a aquellos que optaban por seguir a Cristo. También la
catequesis inspirada en el catecumenado debe ser utilizada en la formación para la vida cristiana de los
ya bautizados pero no evagelizados. La Iglesia es madre y maestra. Ella
engendra a sus hijos a los misterios de la fe y por medio de la catequesis y
los sacramentos los engendran como hijos de Dios e hijos suyos y así crece la
vida de Jesucristo para la salvación.
Hablatr de Catiquesis de iniciación a la
vida cristiava es una manera de priorizar la formación para la voida cristiana.
4. La catequesis la debemos ver en el contexto del proceso de evangelización e
iniciación a la vida cristiana en la misión de la Iglesia, tenemos que
señalar que la catequesis no es tanto un proceso de conocimiento, como una
relación personal que nos conduce al encuentro con Cristo, que nos hace
discípulos suyos y por la gracia del Espíritu nos identifica con él, Maestro y
Señor, nos hace participes de su relación filial con el Padre. Siguiendo el
estilo de Jesús en su ministerio palabra y obra -signos- están estrechamente
unidos, en la catequesis pedagogía de la fe y contenido del mensaje cristiano
están íntimamente articulados.
2º Encuentro 03/2024
Catequesis de iniciación en, el corazón de la misión evangelizadora
El proceso
evangelizador está estructurado de la siguiente manera:
(1) La acción misionera para los no creyentes
y para los que viven la indiferencia religiosa;
(2) la acción catequética-de iniciación para
los que optan por el Evangelio y para los que necesitan completar o
restructurar su iniciación;
(3) y la acción pastoral para los fieles
cristianos ya maduros, en el seno de la comunidad cristiana. (DGC 49)
La misión
de la Iglesia
Situar la
tarea catequística en el conjunto de la misión de la Iglesia. Encajar la catequesis
entre las actividades de nuestra comunidad, y conocer nuestra misión propia
dentro de la misión evangelizadora de la Iglesia.
La Iglesia
existe para evangelizar
´ Evangelizar constituye, en efecto, la
dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe
para evangelizar (EN 14).
´ Evangelizar es llevar el Evangelio a todos
los hombres para, con la fuerza del Espíritu que actúa en él, renovar a las
personas y a sus ambientes según el plan que Dios tiene sobre la humanidad y el
conjunto de la creación
¿Qué es
evangelizar?
´ El Evangelio es el propio
Jesucristo. Por tanto, evangelizar es dar testimonio con obras y palabras de
Jesús, manifestar su gracia en los sacramentos y la vida fraterna, de tal modo
que quien se encuentre con Él acoja la misericordia divina, se reconozca hijo
de Dios y se convierta en fermento de fraternidad.
La Iglesia ha de ser presencia viva de Cristo Resucitado, que por la acción del
Espiritusanto engendra hijos para Dios.
´ La gradualidad de la evangelización
´ Si es verdad que Jesús dotó a su Iglesia
de los medios para cumplir su misión: con el don del Espíritu le concedió el
anuncio de la Palabra, la celebración de los sacramentos, la vida de caridad
que se expresa por el servicio y la fraternidad.
Pero ella sabe adaptarse a la situación de fe las personas, los grupos y los
pueblos a los que se acerca. A todos revela el Amor de Dios, a unos con su
servicio y atendiendo sus necesidades; a otros les revela la presencia de
Cristo por el anuncio del Evangelio; a los que desean ser sus discípulos les
inicia en la vida de fe por la catequesis y los sacramentos; y a los que ya
están iniciados, les sostiene en la vida fraterna y en la misión de proclamar
la Palabra, en la participación de las celebraciones litúrgico-sacramentales.
´ Etapas del proceso evangelizador
´ La etapa misionera dirige su acción a los no creyentes
para suscitar en ellos su conversión o fe inicial, atraídos por el amor de Dios
al encuentro con Jesús, para ser sus discípulos y participes del pueblo de los hijos
de Dios.
´ La etapa catequética – iniciación mediante el itinerario y acompañamiento llevar al discípulo a
confesar la fe en Dios Trinidad, participe en loso sacramentos de iniciación o,
cuando los haya recibido, acoja la gracia que en ellos se le otorgó. La
mistagogia es momento importante del proceso catequético, pues está referido a
que el neófito vaya asimilando la vivencia del Misterio de Cristo a través de
la oración y los sacramentos.
´ La etapa pastoral que se desarrolla en la
comunidad cristiana con los ya iniciados en la fe tiene como objetivo asegurar
la vida fraterna y misionera de la propia comunidad, asumiendo su vocación y
misión particular en la Iglesia y en el mundo.
´ La catequesis no se confunde con la misión
evangelizadora de la Iglesia, pero sí es una acción fundamental de la misma.
Sin una buena actividad catequística, la misión eclesial no engendraría en la
fe a los discípulos de Jesús y, por tanto, no habría verdaderos testigos del
Evangelio en medio del mundo.
´ Claves
pedagógicas:
´ Los catequistas debemos tener flexibilidad
para echar una mano a todo el que llega a la catequesis, aceptar su condición
actual y con la gracia de Cristo y el apoyo de toda comunidad ayudar a todos a
ser verdaderos discípulos de Jesús.
´ La preocupación principal de los
catequistas, al inicio de los encuentros, es hacer que los que ya han recibido
la fe inicial y entran a la catequesis, alcancen una disposición de querer
alcanzar el encuentro personal con Jesucristo y participar de su relación
filial con el Padre la comunidad.
´ Nos preguntamos:
´ ¿Qué tanto, como catequista, me siento
participe de la misión evangelizadora de mi comunidad y de qué modo nuestras
actividades catequísticas están articuladas con el resto delas actividades de
la comunidad?
´ No vienen preparados de la etapa anterior,
podemos decir, pero ¿nos preocupa que podemos hacer para después de la etapa en
que estamos los destinatarios sigan creciendo?
III Encuentro con catequistas 11/04/2024
1. Catequesis de Iniciación
“Jesús dijo: Id,
pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he
mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de
los tiempos”. (Mt 28, 18-20)
Desde los tiempos
apostólicos, para llegar a ser cristianos se sigue un camino y una iniciación
que consta de varias etapas. Este camino puede ser recorrido rápida o
lentamente. Y comprende siempre algunos elementos esenciales: a)El anuncio de
la Palabra, b) la acogida del evangelio que lo lleva a la conversión, c) la profesión de fe, d)el Bautismo, e) la efusión del Espíritu Santo, f) el acceso
a la comunión eucarística” (Catecismo de la I.C., 1229)
Ø La
misión de engendrar los hijos de Dios
Jesús resucitado a sus
discípulos los envió para que continuaran la misma misión que el Padre le había
encomendado en su Pascua (cf. Jn. 20,21-23): reconciliar a los hombres con
Dios, hacerles partícipes de la relación filial que él tiene con el Padre y
construir una familia de hermanos sonde rija la ley del amor.
Jesús le dio dos
indicaciones bien claras: enseñar y bautizar. Nueva vida de fe por la acogida
de la palabra y participación en su Pascua a través de la celebración de los
sacramentos de iniciación.
Ø La
iniciación cristiana, núcleo central de la misión evangelizadora
La Iglesia siempre ha
considerado que el núcleo esencial de su misión es proclamar la Buena Noticia:
Jesucristo, con él y en él. Los hombres llegamos a ser hijos de Dios y hermanos
entre nosotros y esto la Iglesia lo realiza a través de la “iniciación
cristiana”.
La iglesia a través de
la historia ha iniciado a sus hijos de
múltiples modos, pero siempre presentes estos elementos: el servicio a la
Palabra divina, con la consiguiente respuesta de fe y la celebración de los
sacramentos de iniciación.
Nos
preguntamos
a. El
que utilicemos la expresión “iniciación cristina” ¿qué aporta esto a nuestra a
nuestra catequesis, cambia en algo nuestro modo de concebir la catequesis?
b. ¿Nuestras
celebraciones litúrgicas- sacramentales están integradas en la catequesis, qué
pasos deberíamos dar para favorecer esa integración?
2. La
articulación de la iniciación cristina
En la
iniciación, catequesis, liturgia y experiencia cristiana caminan juntas hacia
un mismo objetivo. Podemos añadir que las dos primeras están al servicio de la
dimensión espiritual, de la vida cristiana, donde se fundamenta el proceso de
conversión, el encuentro y la adhesión a Jesucristo. (Cf. Custodiar, alentar y promover la memoria de Jesucristo,
8)
Ø La
iniciación cristiana, don de Dios
A veces estamos tan
atareados en preparar la catequesis que olvidamos que quien hace fructificar
nuestra labor no somos nosotros, sino es el propio Dios. Llegar a ser cristiano
solo es posible por la acción del Espíritu. La iglesia y, los que nos dedicamos
a labor catequística somos colaboradores.
“La
originalidad esencial de la iniciación cristiana consiste en que Dios tiene la
iniciativa y la primacía en la transformación interior de la persona y su
integración en la Iglesia, haciéndolo participe de la muerte y resurrección de
Cristo” (Cf. Custodiar, alentar y promover la memoria de Jesucristo,9)
Ø La
función maternal de la Iglesia
Dios ha querido que la
Iglesia fuera su colaboradora; es decir, que ella, a través de la actividad
iniciática, sea la que engendre en su propio seno.
Vamos como se
articulan en la iniciación cristiana la paternidad de Dios y la maternidad de
la Iglesia; así comprenderemos mejor cuál es nuestra contribución particular
como catequistas.
Ø El
Espíritu va por delante
Las tres dimensiones
de la iniciación cristiana, hemos dicho, son: la catequética, la sacramental y
la espiritual. La catequesis y las celebraciones
El Espíritu Santo es
el que mueve a los que se inician a abrirse al Evangelio, eligen el estilo de
vida de Jesús de Nazaret, quieren participar como Jesús de su relación filial
con el Padre, a disfrutar de la vida fraterna de la comunidad.
Necesitamos los
catequistas estar muy atentos a esos movimientos espirituales, los acompañemos,
los apoyemos sus decisiones libres a los que desean entrar en comunión de vida
con Jesús.
Ø El
servicio de la catequesis y la liturgia
La catequesis es un
servicio a la palabra divina. Las celebraciones son el ámbito privilegiado en
el que entran en contacto con el misterio de Jesús, ese que les ha comunicado
la Palabra, y donde reciben la gracia necesaria para responder en la línea de
la fe. Las comunidades cristianas deben entrelazar las catequesis y las
celebraciones litúrgica al proceso espiritual de conversión y de fe que siguen los que se inician, es el ámbito
en que los discípulos de Jesús entran en
contacto con el <misterio de Dios y son transformados en hijos suyos.
Claves pedagógicas
La sensibilidad espiritual de los catequistas es la que les permite reconocer los discípulos llegan a ser hijos de Dios, por la gracia del Espíritu y la actividad iniciática de la Iglesia.
El grupo catequístico
es importante para el proceso iniciático, pero es necesario el acompañamiento
personalizado que permite reconocer la acción de la gracia y la respuesta
personal de fe.
Nos preguntamos
Conocemos que la iniciación cristina es una gracia de Dios ¿De qué modo nuestra catequesis lo tiene en cuenta?
¿El reconocer la importancia de la iniciación cristiana cambia en algo nuestras catequesis? ¿En qué?
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