II. Punto muerto
Responder a preguntas que nadie se hace (EG 155) Hay un
cambio significativo en la relación con el Vaticano, Papa Francisco, y mundo pastoral,
antes los pastoralistas se quejaban de los noes del vaticano, hoy de no alcanzar el paso de
Francisco.
El cambio en el ritmo de la acción pastoral, ya no solo lo
exige la realdad de las cosas, sino también una llamada directa desde arriba.
La publicación de la gran carta programática Evangelii
Gaudium ha sido un punto de inflexión . Tristemente
la acogida no ha sido un punto de partida. ¿Qué sucedería de verdad en las parroquias
si se asumiera el impulso misionero renovador de la EG El número 27 es
programático? Sueño con una acción misionera capaz de transformar todo. [Leer
todo el párrafo 27].
1.
El cambio de época [Congreso internacional de la
Pastoral en las grandes ciudades, celebrado el 27 de noviembre de 2014]Un desafío inaplazable: realizar un cambio en nuestra
mentalidad pastoral”.
Ya no estamos en la época en que la Iglesia configuraba el
mudo cultural y social, estamos en una nueva época, ya no estamos en el régimen
de cristiandad. Necesitamos un cambio de mentalidad pastoral que no esconda a Jesús
y la verdad sobre el hombre. Mas que una época de cambios, estamos en un cambio
de época.
La iglesia en el imaginario colectivo tiene que repensarse y
transformarse a tras e su pastoral.” Hay que tener el valor de realizar una
pastoral evangelizadora audaz y sin temores. Tenemos que trabajar para no tener
vergüenza o timidez en anunciar a Jesucristo.
2.
Preguntas que nadie se hace
La predicación. Hacer de la preparación un discernimiento de
la llamada de Dios a vivir en la fe el momento presente. No responder a
preguntas que nadie hace, ni ser una crónica, trata de conectar con la vida de
las personas. ¿Cuáles interrogantes están presente en la cabeza y el corazón
del hombre actual?
III.
Emancipación del hombre común
Hoy no solo nos diferenciamos de las generaciones pasadas
por instrumentos digitales y avances técnicos que utilizamos, tenemos una manera
pensar en la fragilidad y mortalidad del ser humano. totalmente diferentes de
vivir las experiencias básicas y mínimas de la existencia, como: amar, viajar,
vestir, cuidar nuestro cuerpo mente, trabajar, planificar, comer, entretenernos,
pensar en la fragilidad y mortalidad del ser humano. Esta realidad va diseñando
un perfil del hombre común que debemos reconocer.
1.
Ya no necesitamos a Dios
En 1859, Charles Darwin desvinculo de Dios la aparición del hombre
en la tierra, haciendo dirigir nuestras
miradas no a un Dios creado , sino a nuestra condición de parentesco con otros animales. [Inicio de la posmodernidad]
Se proclamó la pregunta de que hasta que punto la mente humana necesita de Dios
para encontrar respuesta al origen , la estabilidad y destino de los asuntos
mundanos. Otro elemento importante fue convertir la afirmación de Marx :“¡No
podemos esperar el paraíso!” en un
programa político. Freud, por su parte, nombro el alma como una estación de
agregación energética y lo despojo de toda aura e transcendencia. La a revolución industrial abrió la puerta a una
vida donde se nos permiti asenarnos en esta vida y ganar dinero y para modelar
nuestro bienestar, dejando de la lado el valle de lagrimas a la espera de la
vida eterna.
Fue Nietzache en 1882, quien se atrevió a gritar: “ Busco a
Dios, busco a Dios”, exclama el loco, y luego dice: “¡Lo hemos matado
nosotros!” La muerte e Dios se anunció en unmercado.
2.
Ya no necesitaos una verdad única
Recordamos momentos espectaculares del siglo XX, Albert
Einstein, ensayor de Freud sobre la sexualidad que no se agota en la función
reproductora, Picaso y la ruptura con la tradición pectorica del siglo XIX, Yoyce Proust, Kafka. Surge un nuevo modelo de
pensamiento con Martín Bubery la fenología d Edmund Husserl.
En el ámbito de la literatura, de la pintura, de la música,
de la ciencia y de l as ciencias del
hombre que custionan un mundo unidimensional estructurado según leyes y formas que la inteligencia humana puede
comprender y controlar, se descata una verdad única y de un única verdad.
3.
Ya no necesitamos la naturaleza y sus leyes
Auschhwit en 1942, nos hace consciente de la inmensa maldad
engendrada en el ser humano; la investigación y la tecnología nos alcanza el
poder para matar y destruir de una manera única y desbordada, donde se
desdibuja el tabú de la vida y de la muerte.
La tecnología como fin último y absoluto, sus leyes y la
naturaleza misma cede el paso al poder tecnológico de la mano humana, cuya
única ley será la de experimentación potencialmente infinita. El momento
posterior a la segunda guerra mundial la sociedad da un paso gigante para mejorar las condiciones medias de la vida de los occidentales .
En términos de interrogantes religiosos podríamos poner estas
preguntas de alguna manera desencadenantes de la nueva imagen de Dios:
El creyente que afirma la creación divina o Darwin que
muestra la que descendemos del simio.
El catequista que proclama la santidad el alma o Freud ,
que la considera pura energía disponible para el eros y el thnatos.
Que Justicia divina pudiera resarcir a las Victimas de Hitler, Stalin,
4. Ya no necesitamos destinos marcados
La emancipación del hombre común encuentra un ambiente propicio
en la revolución cultural del sesenta y ocho: “todos somos iguales” “cada uno
es único”. Mayo 1968, se eliminan las distancias que marcaban la cultura tradicional y defendían el orden de
la convivencia civil y familiar.
Liberación de la mujer en particular; sexualidad, el derecho
al voto, a la píldora, acceso a la enseñanza superior, y el gran boon económico.
Los jóvenes con su música, aspecto, “la imaginación al poder y el “prohibido prohibir”.
Superación de la marginación, represión de una cultura religiosa hipócrita, y muchas
veces de doble moral en la homosexualidad.
Descornamiento de la moral tradicional, del sentido de culpa
y el eros que desplaza cualquier intento de control, pecado, gracia y renuncia,
la satisfacción inmediata frente al dominio tirano del poder del sacrificio y
la renuncia. La privación y el sacrificio no son necesarios. Los confines y los limites se establecen solamente para
ser superados.
5. Ya no necesitamos el vínculo de la ley
En 1989, caída del mundo del
Berlin el gesto largamente espera de la de la dividión en nombre de la
ideología, pero trae consigo la desconfianza radical de las estructuras
políticas, de las normas de las leyes, de las instituciones . Exaltación de la
igualad , de la convivencia de los diferentes, de la democracia occidental, que
se apoya en l a fuerza del consenso de los ciudadanos.
Descubrimiento de vincuos
criminales entre el ámbito político y económico. La exposición social fuada no en la ieas caídas del cielo sino en
royectos electorales y el poder de la conviciopn y publicidad.
Se pierde el espacio publico como
capacidad de dirigir a sus ciudanaos a
una presencia responsable y surge “el
ciudadano privado” sin preceentes, que sólo invierte en sí mismo, como mucho,
para quienes forman parte de la cada vez más pequeña tribu familiar.
Llegas al tiempo de la gran
inseguridad producto del terrorismo y en particular el terrorismo islámico
contra occidente.
La economía mundial crea
competencias voraces, explotaciones absolutas y destrucción del hábitat
mundial. El tema migratorio se convierte en núcleo siempre en sospecha por el
rechazo de la integración y por a inseguridad, cuestionando la propia
integridad de quien se arriesga hacer un viaje que casi siempre es, sencillamente,
desesperado.
Así
crece la convicción de que las políticas y las leyes están cada vez más en
manos de financieros sin escrúpulos y sin auténticos valores.
6.
Ya
no necesitamos pertenencia social
Estamos repasando los orígenes de
la mentalidad posmoderna, en comienzos de 1990 es el desarrollo de la World
Wide Web (WWW).
La revolución digital con su red
internet y las nuevas tecnologías de la comunicación, pudiera ser verdad que cada
uno de nosotros pasa más tiempo con un dispositivo electrónico que en
compañía de otra persona.
Son innumerables las
posibilidades que nos ofrece estas tecnologías en todos los campos de la
actividad humana, pero por nombrar uno, destaquemos la oferta de autoformación
y autoinformación que la red pone a disposición de todos.
Esto cambia la experiencia de
comunicación haciendo de su imagen un yo narcisitas fuera de todo control. El
propio yo se eleva por encima de cualquier jerarquía, elite, gobierno o ley no
permitiendo que nadie hable en nombre propio.
IV.
Idolatría de la juventud
El panorama eclesial actual no es
de los más interesantes. A nivel parroquial observamos que el numero de
personas con que interaccionan los agentes pastorales ha disminuido totalmente,
destacando la carencia de jóvenes y mujeres de mediana edad, los hombres ya se
dan por ausentes. Ya hemos dicho que , en parte de se debe a que la parroquia
se hace preguntas que nadie se hace.
Sabemos que ha llegado el momento
de salir y salir al encuentro de las preguntas que se hacen todas personas con
la mira en que se puedan encontrar con el Evangelio de Jesús. Conocemos que las
preguntas que hoy la gente se hace
derivan de su nuevo modo de
estar en el mundo que siguió a este
cambio de época. Dentro de nuestro refugios eclesiásticos las preguntas se
pueden difuminar o anular.
1.
El peso de los inmortales
La longevidad del hombre actual (occidental es impresionante,
se calcula 30 años que hemos ganado en nuestra vida individual respecto a nuestros antepasados del siglo
XIX. Esto vamás allá de lo cuantitativo, el hombre da un salto cualitativo en
su estar en el mundo. Y, a esto, se añade el bienestar de que disfruta. Y esto
se aplica de un modo particular a los adultos.
Estaba bien definido un tiempo para ser cuidado, un momento
para recibir educaciónun momento para ponerse a trabajar, un momento para
formar una familia y un momento para morir. Hoy no esta tan ddefinidos esos
tiempos y hay un tiempo exttra que mnejar al propio antojo.
2.
Libertad de pensamiento
Posiblemente el hombre común nunca había gozado de un
espíritu de libertad tan alto como el actual. Nunca hemos sido tan
libres de pensamiento , no hay nada que dar por supuesto y todo es elegible;
cuestiones de raza, género, orientación sexual, clase social, pertenencia
ideológica, etc. Quien había imaginado la posibilidad de divulgar las propias
opiniones,, entrar en contacto con persona qu están al otro lado del mundo,
encontrar información sobre conocimiento y acontecimientos humanos públicos y privados.
Hoy un joven puede recorrer en unas semanas los que su
abuelo apenas podía recorrer en toda su vida. Sobre el tiempo podemos decir
también que hoy tiene más tiempo para sí mismo, desde las acciones más mínimas
como escribir a maquina y las labores domestica hasta la grandes posibilidades
que ofrece para viajar , comunicarse o de tareas monótonas y rutinarias La mujer es
la que mas se beneficia de este aspecto en cuanto al tiempo, absorbida por el
cuidado de los hijos y la casa y las labores doméstica. Ello se refleja en la
superación acelerada de un sistema androcéntrico, una supuesta superioridad del
varón por su acción diversificada, su formación superior y su dominio. Todo
esto lentamente se fue reflejando en las leyes que reconocían esta igualdad y
derechos comunes de hombre y mujeres. (la violencia sexual se reconoce como delito contra la persona y
ya no contra la moral)
3.
Adoración de la juventud
A los jóvenes se les propone no ir al pasado y mirar solo al futuro, esta propuesta hace que los joven sesten
sin raíces y sean más desarraigados
para que que solo confíen en las promesas que las ideologías les promete y en
sus planes.
Pretender que todo loque no sea joven es detestable y gastado,
el cuerpo joven se convierte en el
símbolo del nuevo culto, que lleva mirar con desprecio lo que no es joven, y
esto hace que a los jóvenes se les
vacie de valores y sean utilizables
pacaer en sus ofertas de individuales, económicos y sociales. Atento,
porque de alguna manera, todos podemos ser parte en este increíble giro del
deseo de todos por la forma joven de lo humano.
Todos lo logros y beneficios que se han hecho presente en el
mundo actual no tie
….. como meta todas las edades y en especial la edad adulta,
sino que la juventud es la que emerge como lugar de atracción y concentración
de todas energía humana y de los logros,
como lugar de adoración humana. ¡Como la pastoral debe afrontar esta mentalidad
ya muy presente en nuestros ambientes!
V. Sé adulto y serás cristiano
El modo de estar en el mundo de la
población adulta, sigue siendo la característica que mejor representa la
condición humana. Nos referimos a las generaciones: el Baby Boom (1946-1964) y
la generación X (1964-1980).
La edad adulta de ser un momento
particularmente sobre cargado de responsabilidades y experiencias fuerte, se ha
convertido en un tiempo en que la exigencia humana de vida y libertad encuentra
su terreno más fértil. Hoy convertirse en adulto es como como un
momento donde se pueden alcanzar todos los deseos y los sueños solo hace falta
un poco de suerte y mucho dinero. Todo aquello que pude dificultar esos logros,
especialmente la enfermedad y la muerte, ya se puede explicar y eso hace mas
llevadero el fin del viaje. Estas sn algunas de esas expresiones que nos pueden
ayudarnos a entender que esta pasando: se ha consumido, ha desaparecido, se ha
marchado, nos ha dejado, se ha dormido, ya no está. Ha completado su último
viaje, se ha ido a la casa del Padre. No importa a que edad se muera siempre se
muere “joven”.
Ser adulto pasa de ser el resultado
normal del proceso de humanización donde se llega en momento dado, a ddepender
de la sola juventud que puede garantizar sas spctativas. Por eso la juventud ya
no significa un tiempo de transición hacia la edad adulta, sino que se
considera el sentido mismo de la existencia humana. Estamos hablando de las dos
generaciones que hemos nombrado. Esa imagen de realización y plenitud hacia la
que csminaba el ser humano es hoy la etapa de la juventud.
Algunos para expresar estas ideas hablan
dee la juventud y no es una condición biológica, sino una “definición
cultural”. No se es joven por tener una edad sino por participar een un estilo
de consumo y asumr ciertos códigos de comportamientos, vestido y lenguaje
propios. Todos tenemos experiencia de encontrarnos con adultos - adolescente y
de adolescentes envejecidos, de jóvenes perpetuos. El siglo XIX ha
deja la eestela de haber sido un tiempo breve en el que trunfo la
inmadurez. La juventud se ha impusto como eel nuevo paradigma del
ser ideal.
La acción pastoral no estaría asumiendo
esta realidad que hemos descrito, ni siquiera la visualiza, el eclips del
adulto.
Parece que nos hemos quedado en una
realidad social cuando lo ombres morían a los 50; las mueres se
dedicaban plenamente a “casa, iglesia, cocina”; los homosexuales estaban
marginados o eran castigados por la ley; cuando la pobreza, las guerras, la
ignorancia y la frustración general estaban a la orden del día en todas las
familias y los conocimientos médicos conocidos y que se aplicaban no
estaban demasiado alejados de los medievales.
1.
Dar luz a la vida adulta
El oneroso, pesado, destino del adulto estaba marcado, había
poco que elegir: la familia, el trabajo y los deberes sociales. El hecho de
convertirse en adulto era una meta y un camino digno, era el paso a la madurez.
Los agentes pastores han buscado la manera de aligerar y dar
sentido a esa carga de la vida adulta con las promesas cristianas. La tarea de
iglesia consistía en dar luz de esperanza, de consuelo y de verdad a los adultos.
Lo que debemos tener en cuenta hoy no es tanto revisar la practica pasada en
relación a los adultos, sino la radicalidad del hecho que la vida adulta en las latitudes occidental ,
no es más que un pálido recuerdo de lo
que fue en el pasado.
2.
Recuerda que has de morir
El inteerrogantee que la muerte lleva consigo es unelemento
muy present en en la mentalidd pastoral. La llamada hacia la vida eterna nos
debiera alivia de la constatación de la insignificancia de las cosas del mundo,
y el perenne recuerdo de nuestro destierro en este valle de lágrimas.
Aquí aparece la referencia a la vida de Cristo; como asumió
los límites y sufrimientos de la existencia. nosotros debemos esforzarnos a
vivir una vida hecha de buenas obras y apoyada por los sacramentos de la
Iglesia. Los sufrimientos, en época de tanto conflicto, trabajos arduos, carentes
de atenciones y cuidados eran ocasión para purificar el alma frente al destino
eterno que espera al hombre tras la muerte.
3.
Viva María
El privilegio particular que se asigna al culto a María, lo
menos que podemos decir es que puede considerarse sobredimensionado. San Pablo
ni siquiera cita el nombre de la madre del Señor en sus cartas. Templos, novenas,
fiestas dedicadas a ella. Y, desde siempre, la oración que prepara a la
comunidad para la celebración e la Eucaristía ferial es el santo rosario. En
absoluto nos proponemos cuestionar alguna de esta práctica, pero sí llamar la
atención como en esta devoción mariana podemos percibir un movimiento de
correlación entre el universo de la fe y la experiencia inspiradora de las mujeres
adultas de las generaciones pasadas.
El extraordinario papel que la mujer a mantenido en el
mantenimiento de la familia y la sociedad no ha sido reconocido de una manera
digna, produciendo una frustración callada que ahora nos explota y nos
escandalizamos de su ímpetu. (Freud y su entrega la curación de la histeria
femenina, hoy desaparecida)
Reconocimiento de la presencia géneros de la mujer y su alta
significación con su sí en el proyecto redentor de Dios. La mujer es el la
“longa”manus” de la parroquia en el hogar, transmitiendo la fee a los más
pequeños y suavizando la convivencia hogareña.
4.
Nadie viene al mundo sin pecado
Pareciera que la mentalidad pastoral presente es consciente
de que es evidente que no se dan las
condiciones mínimas para celebración de
los sacramentos, pero resulta difícil proceder de otro modo que no sea
celebrarlos.
La sacramentalización sigue ocupando un papel preponderante
en el esfuerzo pastoral, pero crece la sensibilidad a reconocer que la vida del
adulto tiene muchos cuestionamientos que reflexionar; ¿por qué estamos aquí?,
¿Por qué tanto sufrimiento en la vida?, ¿por qué no podemos evitar la muerte?, ¿por
qué en medio de un sacrificio constante, debemos obedecer leyes de la familia,
de la sociedad de la naturaleza?
La respuesta cristiana
comienza reconociendo que nadie viene a este mudo sin pecado, y el sentido de culpa
y deuda solo se puede resarcir con los sacramento, por eso, la preponderancia
del sacramento en la vida eclesial.
Pero ante la
percepción de inmortalidad o permanencia en el tiempo, que experimenta el
hombre de hoy, su enamoramiento de esta tierra y sus posibilidades, ¿qué
sentido tiene oferta que le hace la Iglesia a una inquietud ¿que cada vez está más
alejada de sus preocupaciones ordinarias?
VI.
Sé cristiano y serás adulto
Si el pastoral que tenemos responde al gran interrogante de sentido
que planteaba la edad adulta en el pasado: ante la angustia de la muerte,
constante sentimiento de frustración, y la incapacidad de encontrar sentido al
sufrimiento. Reconocemos la coherencia en los elementos elegidos para enfrentar
estos interrogantes.
La muerte asusta menos y el paraíso puede esperar. La mujer
ha conquistados espacios impensables hace unas décadas, y los conocimientos y
utilización de las tecnologías se ha divulgado y recibida con extraordinaria
flexibilidad. El hombre común tiene hoy a su disposición más respuestas que
preguntas; los conocimientos del párroco, del catequista, del profesor de
religión deben reinventarse para ser escuchados. Recuerdan el programa salvados,
cuantas historias de salvación circulan hoy.
¿Cómo se puede llegar a recuperar el aprecio al valor de la
religión desde los problemas actuales del adulto? Hay que asumir con valentía
que no nos encontramos ante el “naturaliter christianus” adulto, ¡hay que
reinventarlo!
1.
El escollo sin detectar
Hoy en la mentalidad pastoral destaca la atención que dirige
al cuidado de los pequeños. Algunos calculan que el 90% de las atenciones y energías
están orientados a los niños y a los adolescentes. (catequesis, búsqueda de
catequistas, inventar para que los mas pequeños participen en los momentos
importantes del año litúrgico, preparativos de la primera comunión y
confirmación, grupos de oratorio [Grest] y planes vacacionales.
Pero, por extraño que parezca, la pasión plenamente
evangelizadora frente a los pequeños está casi del todo ausente.. Por estas
razones: en la elección de los
catequistas falta discernimiento se opta
por la autocandidatura, ellos que tienen un papel muy importante en la
educación de la fe de los niños; se mantiene un estilo de comunicación escolar en
la catequesis y en la predicación; está totalmente ausente la mistagogia de la experiencia
de la oración y liturgia, y nos fijamos si saben o no el padrenuestro y el
avearia.
No se lee entero ninguno de los cuatro Evangelios durante el
periodo llamado de iniciación cristiana. La práctica de la fe en el hogar, el
testimonio de los padrinos, son cuestiones que ni siquiera se pueden plantear,
por temor a una desbandada de agentes pastorales, ante la protesta de los
fieles.
El inmenso trabajo con los niños, a veces, queda reducido a proporcionales
unos conocimientos rudimentarios del cristianismo. Creemos que lo que pudiera hacer
brotar en ellos un sentimiento religioso cristiano será, cruzar la puerta
estrecha del estado adulto en el mundo. Quee el pasado era el momento delicado
y exignte del crecer cristiano.
Hay que tener en cuenta que la correa de transmisión entre “el estar en el mundo” de los
adultos y su inclinación natural hacia
una percepción Cristian del mundo se ha interrumpido. Los adultos ha sido
dejados totalmente de lado.
Los aniños a su vez se han convertido en el santa santorum
de la fe e los adultos; juventud, vida pura, plena , inocente abieerta y siempre reinscribible. Esto
produce en los niños un sentimiento
natural de narcisismo y de susceptibilidad; son los tirans del hogar o los
nuevos mesias, pro eso también las catequesi de los niños son espacios
lúdico-reecreativos. No s fácil que estos pequeños salvadores descubran una
historia de salvación que no es hechura de sus deseos y caprichos.
2.
El golpe de gracia sé cristiano y serás
adulto”.
Fracaso casi total del sistema actual de iniciación cristiana.
Este sistema considera que debe emplear sus mejores energías con los niños. Con la finalidad que en un futuro
sirva para que los adultos puedan responder a todos los cuestionamientos que se
harán presentes, tarea apoyada por la familiar , cultural y social se llvará a
cabo esta tarea. Nada más imaginativo.
A no podemos pensar en la acción pastoral según el axioma: “sé
adulto y serás cristiano” y cambiarlo por “Sé cristiano y serás adulto”. Ya no
podemos apostar por esperar a entrar en la edad adulta para hacernos
cristianos, para comprender la conveniencia de las prácticas y palabras cristiana
para una vida dignamente vivida.
Hay que favorecer la tarea de crear las condiciones para que
todo aquel que entre en la realidad
concreta de la vida eclesial pueda
llegar a ser cristiano. Y para llegar a ser cristiano adulto.
Nuestras parroquias
no son en este momento lugares donde
uno pueda “hacerse cristiano”, encontrarse con Jesús y experimentar una
manera de enamorarse de él. Partimos del
error de creer que los invitados a la iniciación, los niños, proceden de
familias formadas por adultos en
sintonía con el cristianismo que permite considerar a dichos niños en cierta manera preparados para la iniciación
cristina. Esto no es real.
3.
Aquí se llega a ser cristiano
El sentido de toda acción pastoral tiene como objeto
posibilitar que quien desee se haga
cristiano. Todo lo que hagamos: catecismo, sacramentos, santa misa, oraciones,
devociones, novenas, encuentros de jóvenes, grupos de oratorio, planes
vacacionales, ofertas educativas, debe estar bajo el signo de “Aquí se llega a
ser cristiano”, esta es el objetivo de una pastoralque quiere llegar a ser luz.
Los cambios de condiciones de vida de los adultos ha implicado un profundo cambio de significado y de valor
de lo que se define como “adultez “y, por lo tanto, un eclipse total del adulto
tal como lo imaginamos. La condición de adulto ha dejado ya de representar el lugar
del posible deseo humano, ya que ha renunciado a enfocar esta etapa de su vida
como el momento de invertir todo en el enfoque de la responsabilidad y el
cuidado de los demás y renunciar a su propio espacio de acción. Todos desean
seguir siendo jóvenes para siempre; jóvenes de verdad o de mentira.
¿Puede mantenerse una sociedad sin adultos?¿Dónde se puede
aprender el valor de ser adulto? Acoso ese camino interrumpido hacia la edad
adulta , donde se plantea la pregunta por el sentido y donde la Iglesia se
debería hacer presente con una pastoral convencida de que el reto que se le
plantea es: “sé cristiano y serás adulto”. Es la manera qde que la iglesia sea
fiel a su misión de ser amiga de Jesús y servidora de los hombres.
VII.
La alegría de dar alegría.
Hay unas presunciones muy
arraigadas:
A)
Alimentar la esperanza de que depositar la
semilla de la iniciación cristina en los pequeños, como una garantía que en su
vida adulta maduraran esas semillas que se les han ido lanzando en su cabeza
más que en su corazón durante los años de catequesis, es una falacia.
B)
Además, considerar que las familias de origen
están formadas por adultos ya “cristianizados”, que después de introducir en
los ambientes de la iniciación cristina a esos niños, les acompañaran en su
camino hacia la edad de la madurez, donde ellos mismos encontraran las razones
para creer, es otra de las imaginaciones fantasiosas de la pastoral actual.
C)
Y estas presunciones encajan la anual y concreta desilusión de constatar
que quienes acaban de hacer la primera comunión y la confirmación desaparecen
ya el domingo siguiente.
D)
Se mantiene la esperanza de que deje de producirse
esa drástica desaparición, aquí reside la constancia een las practicas de
siempre y evitan cuestionar el sistema subyacente de la estructura pastoral en
la qu se mueven.
En esta nueva época que hemos nombrado un rasgo muy
especifico es la separación del vínculo entre la condición adulta y la
apreciación de la visión cristiana del mundo. Definitivamente hay que pasar de la
formula “ Sé adulto y serás cristiano” a la de “Sé cristiano y serás adulto”
“Aquí nos hacemos cristiano” eeste ees el nuecleo delpeensamiento y de la
acción de toda comunidad que quiera tener futuro.
Ser adulto no podemos identificarlo con la que ya no es, pensar
en un momento en llegar a convertirse en queenes asumen el compromiso de mostrar personalmente que el
valor de lo humano es el cuidado.
Las enormes mejoras de la vida de los adultos no es ajena al
riesgo que lleva esa “adoración de la juventud” que ha conquistado el corazón
de los adultos de hoy: el riesgo de tirar al niño con el agua del baño, en definitiva,
quedarnos “sin adultos” y sin lugar
donde permitir que los niños lleguen a
serlo. Olvidar este riesgo – encontrar lugares donde llegar a ser adultos-
sería una decisión imperdonable para la pastoral.
1.
Sin adultos
Las generaciones de los muy mayores baby boom y generación X
( n, dietqacidos antes de 1946) los milennials (nacidos entre 1980 y 1995), la
generación Z ( nacidos después de 1995) nunca han estado mejor que hoy en el
mundo de los adultos pero nadie en el mundo quisiera renunciar a ser lo que los
adultos deben ser, paradójico.
Pero, ¿“dónde están los hombres y mujeres adultos, los que
han dejado atrás la confusión, los conflictos, la vulnerabilidad, los estilos
de vida, los atuendos, las modas, el cuidado del cuerpo, los modales e incluso
el lenguaje de la juventud, ¿pero no se siente agobiados por la idea de que se
acerca el final y no pueden evitarlo?
Ha ocupado su lugar una juventud insolente, falsa,
supuestamente ilimitada. Prolongada contratamientos, sustancias, curas, dietas
infoltaciones y cirugías; madres que parceerse a sus hijas y que se visten como
ellas, a menudo haciendo el ridículo. Y lo mismo curre con los padres. Que
renuncian a sí mismos para integrarse n
“l cultura juvenil” de su hijos .( G. Zagrebelsky, sensa adulti, Turin , Einaudi,
2016, pp. 46-47)
Los adultos conservan el símbolo d joven, por encima de todo
y quieren mantener ese lugar. Lo que lleva a los adultos actuales a convertirse
lo menos adultos posibles. Estamos asistiendo a la disolución de los que
significa adultez. No hay responsabilidades sociales, publicas, todo es
privado. No existen ya modelos vida adulta que se caractericen por haber creado
un núcleo familiar, una responsabilidad social y publica. Ha renunciado al
cuidado como valor de estar en el mundo de nuestra especie, quizá la absoluta irresponsabilidad
de las generaciones anteriores haya llevado a estas situaciones, pero la situación
única de la falta de cuidado a la ecología humana y ambiental tiene que ver con
esta delegalizacion de responsabilidades.
2.
La alegría de dar alegría
La humanidad del hombre tiene que ver con la capacidad e
considerar a los demás como dignos de recibir
una atención igual o mayor a la
que se dedican a sí mismo, con la capacidad de transcender el propio interés y
orientarse al de los demás. El corazón del hombre solo disfruta de la alegría
de dar alegría. La felicidad del hombre s a través de contribución a la
felicidad de los demás. Somos felices en los otros, por que en definitiva son
los otros quienes nos permite ser nosotros mismo, pudiéramos ecir que el a adulto
es quien sabee que no es el mundo el que
está en “deuda” con él, sino que es él
mismo quien esta e “deuda” con el mundo, y que solo honrando esta
deuda encontrará el camino de una verdadera
alegría de estar vivo. Responsabilid tiene que ver coneste querer responder cada
vez qu el cuidado de la vida lo llama. Tristemente esto es lo que esta
cuestionado hoy en la búsqueda insaciable de satisfacion inmediata.
Dice Francisco: hmos creado una cutura que, por un lado,
idolatra a la juventud quiriendola hacer
terna, pero, paradogicamente, hmos condenado a nuestros jóvenes a no tener un
espacio de real inserción, loshemos marginado de la vida publica;obligándoles a
emigrar o mendigar por empleos que no
existn. Hemos privileefgiao la especulación en lugar de trabajos dignos y
genuimos que les permitan ser protagonistas activos een la vida de la sociedad
. Les eexigimos que sean frmento de futuro, pero los discriminamos y “condenamos” a golpear puertas que en su
mayoría están cerradas.
3.
La carencia más grande
El adulto sirve. Por eso en las generaciones pasadas el
hacerse adulto era el prier punto en la agenda de los recién llegados al mundo.
Para eello , a pesar de todo, la meta era alcanzar la adultex. Hoy estamos en
otro sitio; por suerte o por desgacia.
Los adltos han llegado a uno bienestar impensable para
generaciones anteriosres, pero no quieren crecer, con lo que impiden a los
adolescentes y jóvenes crezcan a su vez. ¿Cómo puede losjovenes crecr si
si frente a sí no tiene más que
fotocopias malas de sí mismos, esos falsos jóvenes que ya son adultos? ¿
Que pueden enseñar los adultos que solo se preocupan de sí mismo,
narcisitas, indiferentemente autoreferenciales y preocupados solo por no
parecer viejos y por no perder ninguna ocasión de diversión?
La mayor carencia que caracteriza nuestro tiempo
es la que se refiere a la
desaparición del discurso del adulto ,
sobre todo en relación con las njevas genaciones. La comunidad eclesial debería
acerse csrgo de esta carencia por su bien , po supesto, pero por el servico que
dbe prestar a la humanida.
4.
Dar a luz adultos que sirvan
Si nos proponemos “sé cristino y serás adulto”, debemos
recuperar la propia y concreta identidad
del lugar en el que se llega a ser
cristianos. Lograr convertir los lugares
eclesiales actuales enlugares donde hacerse creeeyentee no va a ser fácil. Algunos dirían que
convertirse een cristianos eenlas actales de lamentalidad pastoral ¡es un
verdadro milagro! Es sencillo
pero al mismo tiempo exige voluntad y coraje,desaprender del sistema pastoral
que nos propone para llegar a ser cristino
basta con ser adulto.
Segundo hay que pasar de la idea de que la Iglesia sirve para dar
luz al mundo de los aduktos, a la idea de que la Iglesia esta llamada a dar luz
a los adultos que prestan servicio.
VIII.
Cambio de mentalidad pastoral
Ya en el año 2004 el episcopado
italiano titulaba un documento el rostro
misionro de las patroquias en un
mundo rn transformación.
Desde hace tiempo la vida no esta circunscrita , física ye ielmene , a la parroquia. Algunos haa pronosticado el
fin de la “cultura parroquial”, el desmoronamiento de la parroquia como
centro dee la vida social y religiosa.
Es evidente que la parroquia
misionera está al servico de toda la persona y de todas las persona, pero,
todos advierten y reclaman,que esté más atenta
y abierta a la cuestión del adulto.
De la idea de que se es joven
para llegar a ser adulto a la afirmación de que el hombre tiene vida solo si lucha con todas sus fuerzas para
permanecer joven. La adultez no es solo una elección personal e individual, hoy
es ya plenamente aceptado ue las fuerzas econicas y políticas están interesadas
en mantener este culto a la juventud por la ventajas que reporta sus intereses.,
1.
Pastoral del embudo
Ha sido una practica común pretenr que para
llegar a una vida adulta plena había que someterse a la recarga pesada de
ddoctrinas, prctica y e instancias que garantizaban llegar a ser adulto s. Esto
por supuesto se reflejaba en el estilo de pastoral: acomáñar a los menores hasta llegan a ser
mayores ara la celebración d su boda,
para la catequesis o los sacramentos de sus hijos y para hacerles sentir su cercanía
en los momentos particular mente difíciles de su vida.
La ida no es juego y por eso una cierta religiosidad
rigida y triste era el ambiente donde crecían los niños. Y aun más algunos
recuerdan que el prestigio de los sacerdotes estaba muy ligado a su autoridad para “decir misa” por los difuntos.
Otro de los componentes de esta practica
del embudo en la pastoral consistia en ofrecer una mínima introducción a la idea cristiana de la
insistencia que estaba marcado por la frustación el sacrificio y la
incertidumbre de la muerte.
Por ello el ser catequista no requeria
mucho mas qu ser capz de en un ambiente
escolar apollados de la familia, eduativo y social al que pertenecen has llegar
a ser adultos cristianos
Mas modernamente se ha presentado la
pastoral juvenil como una oportunidad de crear una red de amistad entre
sacerdotes y jovenees y de losjovrnes
entre los propio jóvenes entre sí: una
amistad que permita que los jóvenes
desarrollen un afecto sincero y pleno por
la vida de la Iglesia. Aquí también el conocimientobiblico y la mistagogia
concreta de la experiencia de la oración no son relevantes y, finalmente una
falta de referencia formativas sobre la problemática propia de la vida del joven
y su entorno, en definitiva, la vida adulta espera al joven, no necesita
prepararse para elegir su propio estilo de adultez.
La idea del creyente no practicante era admitida
con bastante facilidad, una partencia nominal sin una práctica real de la fe.
Esto es una total carencia del empeño en la principal tarea de la pastoral, de
su misión evangelizadora: en poner a las personas con el Evangelio de Jesús,
para que le conozcan, se encuentren con el y sean sus discípulos para el
servicio de la transformación del mundo.
Hoy hablamos de la persona espiritual no
religiosa, que pude dejar en entre dicho la fundamental opción por el Evangelio
de Jesús y del Jesús del Evangelio. Basta con ser adulto “cristiano”.
2.
Pastoral del encuentro
Poner en el centro del ser y
actuar eclesial la creación y cuidado de las condiciones que hacen posible llegar a ser cristiano,
tener esto presente peritirá que los que se hacerquen al umbral de la comunidad cristiana, sobre
todo los pequeños, puedan encontrarse con Jesús y su Evangelio y enamorarse en
cierto modo de él. Estamos aquí para permitir
que cualquiera s encuentre con Jesús, porque así es como se llega a ser
cristiano.
La parroquia está, pues,
inevitablemente destinada a convertirse en lugar de encuentro entre los hombres
y Jesús, algo que se reservaba para el paso a la vida adulta.
Esto puede ayudar a que los jóvenes
la forma adulta del ser humano y que el adulto vuelva a descubrir la belleza de
la madurez al servicio del cuidado de todo y de todos, dejando de lado el agua
sucia las adherencias de la idolatría juvenil
En Jesús se revela la plenitud
eel rostro de Dios invisible, pero también la plenitud del rostro del hombre.
Jesús revela, por tanto, la verdad del adulto. En Cristo encontramos la
posibilidad de acoger la presencia de la bendición paternal e Dios sobre la
propia vida (=llegar a ser cristiano) y de transformar la propia vida en una
ocasión de bendición para aquel que a quien la suerte ponga en su camino
(=llegar a ser adulto).
“Para muchos jóvenes Dios,
Iglesia, la Religión son palabras vacías; en cambio, son sensibles a la figura
de Jesús, cuando viene presentada en modo atractivo y eficaz.
Por eso la iglesia no tiene que
estar pendiente de sí mismo sino de Jesucristo. Algunas cosas concretas deben
cambiar, y recoger la visión de los jóvenes. (CV,39) Ardor y pasión evangélica
que engendra el ardor y la pasión por Jesús.
Una pastoral de encuentro es
contagio, reflejo de la pasión por Cristo, este es la característica
fundamental del agente pastoral enamorado de su opción por Jesús.
IX. Jesús, el hombre de la
alegría y la alegría del hombre
A veces lo que hace falta no es
más que detenerse y ar un paso atrás. Nuestras acciones pastorales se vuelven
rigidas, y ni siquiera la capacidad retórica de los agente pastorales es capaz
ya de esconder la evidente falte e
relevancia que tiene la experiencia
cristiana para las nuevas generaciones y la creciente desafección frente al
universo eclesial de la mujeres que
llegan a la edad madura.
Conocemos este estado de cosas,
pero sigue haciendo lo que siempre se ha hecho, se apoyan en la expectativa de
que los niños y adolescentes no se alejan cuando reciben los sacramentos, y las
mujeres se sienten como en casa, al menos las que vienen. Y aunque no son
ciegos para observar que a las misas dominicales cada vez asisten menos
personas, y la gente cada vez más anciana, desaparecen los encuentros de jóvenes,
las vocaciones, en fin se mantiene esa locura , la de pretender obtener resultados diferentes haciendo lo mismo de siempre
Dos pasos, pararse y desechar la
idea de “Sé adulto y serás cristiano”, no podemos decir que no somos cristianos
porque no podíamos liberarnos del deber de ser adultos. Pero también se debe reconocer que en el
quehacer pastoral vigente no se ha puesto mucho énfasis en poner en primer
plano el núcleo mismo de la de la
religión cristiana, Jesús ; y se dedica poca atención y energía a que todos los
creyentes tengan un conocimiento
profundo e integral de las páginas del evangelio, que practiquen la oración
cotidiana como diálogo con el Señor y que participen activamente en la celebración
de la Eucaristía que es el memorial de
su amor incondicional por todos los seres humanos. Liturgia si alegría
dependiendo de cantos entretenidos y animadores competente.
No nos quedemos aquí, debemos dar
un paso adelante. “Hay que tener el valor de realizar una pastoral
evangelizadora audaz y sin temores, porque el hombre, la mujer, las familias y
los diversos grupos que viven en la ciudad esperan de nosotros, y lo necesitan
para su vida, la Buen Noticia que es Jesús y su Evangelio. (Francisco)
La Buena Noticia que es Jesús y
el Evangelio es la palanca que debemos utilizar para movernos de la rutina y de
la costumbre.
La comunidad de creyentes debe,
por tanto, organizarse de manera que resulte evidente que no importa ya desde dónde
o por qué una persona se acerque a ella, ni durante cuánto tiempo decida formar
parte de ella, porque lo importante para ella es la promesa y el compromiso de
que nadie pase por ella sin encontrarse con Jesús y su Evangelio.
1.
Jesús adulto para siempre
Volver a Jesús. Procurar las condiciones
que permitan hacerse cristiano. Renovar el entusiasmo y la pasión por Jesús,
para poder reflejarlo y contagiarlo a todos. El acercar a las personas a las
paginas de Evangelio, ofrece todas las garantías para que los agentes pastorales
puedan estar a la altura de su tarea primordial de reflejar y contagiar el
entusiasmo y la pasión por el Evangelio.
En sus paginas brota el poder de atracción
de Jesús, él es siempre el que busca y a
quien se busca , él sale al encuentro.
El lugar habitual de su predicación era la
calle, abierto al encuentro con todos. Jesús camina y ofrece su Palabra, su
cercanía y sus signos. Nunca busca el espectáculo ni el deslumbrar al que le escucha,
da espacio y tiempo para que cada uno asimile su mensaje y se abra a su propuesta,
por eso habla en parábolas. Jesús no destruye, ofrece una mirada nueva para reconocer
las maravillas de Dios y de la vida.
Jesús hablo con la gente, y ellos descubrieron
que hablaba para ellos , aunque su lenguaje que no reconocen como suyo.
Desde el profundo amor con de Jesús por la
tierra y la vida, como su Padre del cielo, es que la gente pudo experimentar
que la vida no era explotación y desdicha. Pero Jesús fue claro en su propuesta
de vida en abundancia: los seres humanos estamos hechos para convertirnos en seres del cuidado; que estamos llamados a
vivir en la tierra y en el cielo como
hijos amadísimos de Dios.
Su vida y su palabra son la fuente que
transmite vida, porque vivió la vida real con sus dificultades y alegrías con
un pueblo dominado y explotado. El experimento la tentación de no amar la vida,
de rechazarla, pues se le negó el reconocimiento de su entrega generosa y
desinteresada, de descubrir como se había abandonado el proyecto de Dios, la
bendición el padre, que lo ha creado todo.
La vida de Jesús desde su bautismo hasta el
proceso que le condujo a la muerte en la cruz, es un apasionado intento de amar
a todo hombre y mujer con los que se han encontrado, también sus adversarios.
Para dar la vida a los que vivan sin vivir. Ningún hombre o mujer ha sido ajeno
para él: el pecador, el enfermo, el rico, el pobre, el extranjero, el que
busca, el indiferente.
Nadie ha sido más humano que Jesús, porque
nadie se ha entregado más
plenamente a la vida del otro: a su
alegría. Nadie más humano porque nadie ha sido más adulto que Jesús.
Dejarse e contemplarse a uno mismo y
comprometerse a cuidar la vida, de la alegría de vivir, en los otro. Esta es la
propuesta de madurez, de vida adulta: hay más alegría en dar que en recibir.
El rechazo, la negación, la resistencia
ante las dificultades y sufrimiento, de la persecución a la condena a muerte,
le apartó de creer en la vida. Quien se encuentra con él puede llegar a ser
cristiano y llegar a ser adulto.
2.
Dejarse contemplar
La pastoral del encuentro nos
obliga a rechazar la reticencia y la vergüenza y a centrarnos en la verdadera evangelización,
en el anuncio de la buena Noticia que es
Jesús y su Evangelio.
Pasar de la pastoral del
desencanto y la resignación a la pastoral del encuentro y de la alegría, es
decir, pasar del cristianismo del consuelo a un cristianismo del enamoramiento.
“La primera motivación para
evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser
salvados por él que nos mueve a amarlo siempre más. Amar nos da el don de
comunicar al amado. Solo en la oración contemplativa frente a un crucifijo o de
rodillas ante él, y simplemente ser ante sus ojos Santísimo. Cuanto bien nos
hace dejar que él vuelva a tocar nuestra
existencia y nos lance a comunicar su vida nueva ( E. G , 246)
IX.
La
Iglesia del futuro
Pasar del pensamiento a la
acción, de las buenas intenciones a las buenas prácticas. Del “ sé adulto y
serás cristiano” al “Sé cristiano y serás adulto”.
Los espacios seguirán siendo lo
que son: la familia, el aprendizaje, el paso a la edad adulta, la comunidad cristiana,
será la experiencia eclesial podrá garantiza ese cambio. Donde hay cristianos,
allí se llega a ser cristiano. Lo importante es que el que se acerque perciba
la oferta o propuesta que se ofrece: pase lo que pase, no te irás de aquí sin
haberte encontrado antes con Jesús y, esperamos, sin haberte enamorado antes de
él.
Algunas propuestas:
1.
Aquí nos convertimos en cristianos
No importa por qué motivo o por qué camino has llegado hasta
aquí. En cualquier caso, no te irás sin antes haberte encontrado con Jesús.
Todos los creyentes y en especial los agentes pastorales
debemos tener presente que la Iglesia no es ella luz, es el reflejo de la
verdadera luz de las gentes: Jesús de Nazaret, Salvador del mundo. Y esto debe
ser nuestro primer empeño transmitirlo a los que llegan. Los caminos que llegan
a la Iglesia son muchos, como los que llegan Roma, pero la meta es una. Aquí
nos encontramos con Jesús. Aquí nos enamoramos de Él. Nos hacemos adultos.
2.
Jesús no es Papa Noel
Dividir por edades o por la clase que asisten los niños y
adolescentes de la catequesis, no debiera hacerse. Bastará agruparlos en tres
grupos: los pequeños, los que van a cumplir 10 años y luego los preadolescentes
y adolescentes. El objetivo principal de estos encuentros -dos al mes- será permitir
que los niños se acerquen a Jesús y puedan encontrarse con él y amarlo y querer
sus amigos, encontrarlo en la realidad y
en su fuerza de atracción.
Ofrecer una lectura integral del Evangelio. Se puede comenzar
con el evangelio de Lucas y con el de Mateo para los más pequeños, y hacer que
el grupo de en medio siga el Evangelio de Marcos y, por último, dejando que los
mayores entre en contacto directo con el evangelio de Juan.
3.
Nunca sin los demás
Ya a los más pequeños, en la catequesis, ponerlos en
contacto con la dimensión esencial de la cercanía y el espíritu misionero propios,
importante que un cristiano aprenda desde ya y en vivo
que su opción de fe lo destina a
los demás.
Los escrutinios, antes de celebrar los sacramentos, deben estar
atentos a como se forma y consolida en ellos una auténtica sensibilidad hacia
la cercanía de ese tener los mismos sentimientos de Cristo, a los que los mismos
sacramentos están orientados.
Esto obliga a superar los automatismos propios de las
celebraciones de sacramentos (Comunión y Confirmación) tal como hoy se realiza:
tiempos, según las edades y la petición oportuna. Se ha de cuidar el que piden
y para que, que no sea una simple bendición. Puede haber primero una bendición
y después el sacramento a du debido tiempo. (Bautismo, Matrimonio)
El proceso de “personalización” del acceso a los sacramentos
del que estamos hablando aquí será una forma de ser honestos ante quien los
pide, ante la realidad sacramental que va a celebrarse y ante el cambio de
época que nos toca vivir.
4.
Encuentra una rosa y te encontrará a ti
mismo
Acompañar a las nuevas generaciones que tienen un malestar
para crecer. Nuestros jóvenes solo reciben instrucciones para seguir siendo
hijos eternos de unos padres enamorados de su juventud eterna, se ha perdido el
hecho de que la juventud es, fundamentalmente, el momento en que los jóvenes se
convierten en adultos, capaces, pues, de ese rasgo de generatividad que es el
valor de lo humano.
El contacto con la historia de Israel, recogida en el Antiguo
testamento, ofrece garantía para permitir que los jóvenes estén en contacto con
la verdad traumáticamente salvífica que habita lo humano: estamos plenamente
con nosotros mismos cuando estamos con los demás. Recuerdan la rosa del Principito,
a la que cuidar amorosamente para poderse encontrar consigo mismo.
Ceentrar los encuentros de los jóvenes con los grandes
protagonistas de la historia del pueblo elegido – Abrahán, Moises, David- que en medios de sus avatares permanecen
fieles a una fe firme en la vida y en la
providencia divina. Esta es la verdadera herencia de los adultos: La vida
merece la pena.
5.
La gran profecía: Los jóvenes son la
respuesta
Acompañar es, también, preocuparse del ámbito cultural.
Sobre todo, en los momentos fuertes del año litúrgico, realización de momentos
de di´logo y debate, cine fórum, presentación de unlibro, análisis de un texto
musical. Una propuesta de contra corriente.
Frente a una cultura que corta las alas de los más jovénes :
los adulto que no quieren envejecer no dan espacio a los jóvenes que abandona
la tribu familiar y solo les piden paciencia para esperar.
La propuesta debe ser: cuando los jóvenes pueden ser jóvenes
hay futuro para todos; ninguna acumulación de experiencia por parte de las
generaciones adultos y ancianas podrá jamás dispensar a una comunidad humana de
incentivar y promover con generosidad la aportación única y original que sola
la fuerza y la novedad específica de cada generación que viene al mundo posee.
Es el momento de encarar la verdad: ¡los jóvenes son la
respuesta, los adultos son el problema!
6. Mens sana in corpore
Los hijos crecen mirando, es fundamental para los hijos el
testimonio de vida adulta y de vida cristiana. Hay que recuperar , para todos,
pero en primer para los adultos eel gusto, la belleza y la verdad de la oración
cristiana. Para uno cristiano orar es un gesto vital que nos da cada día todo lo que nuestro ser necesita para vivir
con dignidad, libertad y alegría.
Mens sana in corpore sano orandum est. No basta ni el
yoga ni el yogur.
Favorecer una Mistagogia
comunitaria,
1.
Contactar con grupos y monasterios de oración
2.
En los sectores casas de oración
3.
Escuela de oración
4.
Itinerarios comunitario deoración
5.
Proporcionar siempre que se pueda
lectura, conocimiento de la sagrada Escritura.
6.
Participación en la oración de los fieles
con naturalidad
7.
Comunidad de recuperación o recuperación
de la comunidad
El cuidado de la fraternidad es lo que permite la salida
misionera de la comunidad Hoy que las redes y los instrumentos de digitales que
han alcanzado una primacía en la comunicación nos estimula el desafío de descubrir y transmitir la “mística”
de vivir juntos, de mezclarnos, de
encontrarnos, de participar aun en esa manera
caótica que puede convertir se en una verdadera experiencia de fraternidad, en
una caravana solidaria, en una peregrinación .
Que hermoso, sería algo tan bueno, tan sanador, tan
liberador, tan esperanzador. Salir de sí mismo para unirse a otros hace bien. (E.G.
87)
El párroco no es el que posee, por gracia recibida, el
compendio de todos los carismas, humanos, espirituales y profesionales que hay
en el mundo; el párroco es, más bien, quien posee los carismas de la visión
general, que suele manifestarse como disponibilidad para dejar ser, dejar
hacer, dejar andar.
No será fácil pasar de un pastoral clerocéntrica a una
pastoral que pone su centro en la preocupación de todos obre todos.
Definitivamente para favorecer esta pastoral del encuentro se deberá reconocer
la dignidad de todo bautizado, devolver a los laicos sus derechos, borrar todo
clericalismo que impide la participación igualitaria y sobre todo la presencia
de la mujer. y esto a todos lo niveles, no solo de las actividades, sino de las
decisiones y discernimiento comunitario. Favorecer iniciativa de participación,
de compartir y de apoyo cuidado, los unos de los otros, especialmente, niños, enfermos,
jóvenes, alejados. Que los marginados tomen la palabra y que la Palabra de Dios
esté a disposición de todos.
8.
¿Esta actualizada la Web de la Parroquia?
El mundo de las nuevas tecnologías de la información (las
TIC), y la presencia en el universo digital es una situación que la Iglesia a detectado
como limitada y propone tomarla con interés, favoreciendo un lenguaje que
llegue a nuevos horizontes. Algunos hablan de una dejadez digital eclesial. La
gran dificultad de asumir el sentido bidireccional de la comunicación y casi su
actualización inmediata. Tristemente las páginas webs eclesiales son autorreferenciales,
expresión de los que son muchas comunidades, aisladas de la realidad que les circunda.
En vez de entrar a la rede de la parroquia se entra en la red del párroco.
Existe una caridad digital por descubrir, lo que se expresa
en una comunicación paritaria para todo el que entra en la red, cercanos y
alejados, por los caminos que Dios solo dirige y atrae.
Es realmente altamente descriptivo de nuestras parroquias
que hacen “online” lo que siempre han hecho “offline”, que es poner anuncios en
los tablones en las carteleras parroquiales, esperando obtener resultados
diferentes.
9.
Los últimos partisanos
El tema de la educción o formación es algo que Benedicto XVI
consideraba de emergencia y el papa Francisco habla de la urgencia de un pacto
educativo mundial. Las relaciones educativas dentro de la familia determinan la
calidad del aporte de las instituciones extrafamiliares, centro escolar,
catequesis parroquial, centro deportivo.
Hay un fenómeno muy generalizado en las familias: “el del
niño de oro”. Surge la idea de un niño “potencialmente perfecto y precozmente
competente” todo lo que necesitan para acceder a los estudios superiores. Esto
hace que los padres tengan una sospecha soterrada de que profesores, entrenadores
y catequistas no reconocen la maravillosa valía y las inmensas capacidades de
sus vástagos de oro y de ponerse a su servicio incondicionalmente.
Este es el mensaje que se está dando.: “eres tan perfecto, hijo
mío que no necesitas ni a p apá ni a mamá; ¡y menos aún a un profesor, a un
entrenador, o a un catequista!
En encuentro entre profesores, educadores que gravitan en el
entorno parroquial, fomentar la organización d grupos y propiciar formas de
dialogo no institucionales y entre grupos y familias. ¡has oído hablar alguna
vez en tu parroquia un grupo de profesores d religión?
10.
Los cantos son más importantes que la
homilía.
La naturaleza festiva del domingo, la alegría que supone
recordar la resurrección del Señor, la belleza de toda celebración litúrgica el
fuego que Jesús ha venido a traer, del que deberíamos revestirnos cada vez que celebramos
la Pascua semanal. Un buen sermón no hace domingo.Los cantos son importantes.
El domingo merece nuestro mejor empeño posible. Hay cosas
que no son tan importantes: celebración prefestiva, demasiadas misas el
domingo, comunión bajo las dos especies, estar de pie o de rodillas, cuando
decir amén o “gracias” al comulgar. Y ponerle un poquito de atención a los
cantos: al coro, al grupito de músicos o espontanea de la primera fila que
entona inevitablemente el canto del ofertorio, y a que ha aprendido de
nosotros, los curas , que les corresponde “animar la liturgia” mientras los otros
aprovechan para mirar un mensaje de WhatsApp o echar un vistazo a Instagram.
Significado religioso, antropológico, cultural y social del
domingo; facilitar experiencias comunitarias y festivas, y liberar al hombre
moderno de la esclavitud de absolutizar el trabajo y reducir lo festivo con
diversión. Abrir la fiesta a la transcendencia, a la consistencia de la unidad familiar,
porque el domingo es también el día de la familia.
Debe haber un equilibrio entre palabra y sacramento en nuestras
celebraciones: cuidado del rito, valoración de los signos, unión entre liturgia
y vida. La Palabra, en la proclamación y en la homilía, debe presentarse
respetando el sentido de los textos y teniendo en cuenta las condiciones de los
fieles. El rito sin interrupciones o intromisiones indebidas. No sustituir los signos
y gestos auténticos, decorosos y expresivos que nos ayuden a profundizar el
sentido del misterio por recursos astuciosos y lúdicos. Que sean comprensivos o
preparados no se interrumpan con explicaciones innecesarias. Celebración sn
prisas ni demoras, que haya equilibro entre palabra, canto y silencio. Cuidar
el lugar y ambientación de la celebración. Se necesita una liturgia que sea seria,
sencilla y bella, que sea instrumento del misterio, y que sea inteligible y al
mismo tiempo capaz de narra la eterna alianza de Dios con los hombres. Preparar
las celebraciones. Han de promoverse otras formas de oración, litúrgicas o no,
que favorezcan continuar la jornada festiva, en la iglesia, en la familia, en
dialogo con el Señor.
El día del Señor es también tiempo de comunión, de
testimonio y de misión. Debe conducir a consolidar los vínculos de la
fraternidad y de incrementar la dedicación al Evangelio y a los pobres.
La convergencia natural de todos en la celebración
parroquial común, ha de ser expresión de comunión que intensifique la relación
entre celebración y expresión de fe en la caridad.
Contribuir a educar al tiempo libre, ayudando a descubrir su
sentido por medio de actividades recreativas, espirituales, de comunión y de servicio.
“Aquel lejano “día después del sábado” dio comienzo la aventura
del cristianismo en la historia de hoy; en la celebración litúrgica festiva de
ese “día de los días” es donde se está escribiendo su futuro.”