"Por parte de Belcebú, príncipe de los demonios, echa los demonios … El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama"(Lc11, 15 y ss).
Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que eran amigos del dinero, y se burlaban de él.
Y les dijo: «Vosotros sois los que os la dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios" (Lc 16,13-15).


