"Cuantas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pañuelos bajo sus alas, y no habéis querido". (Lc 13, 34)
Guárdame, oh Dios, pues me refugio en ti. Yo le he dicho: 'Tú eres mi Señor, no hay dicha para mí fuera de ti."
Por eso está alegre mi corazón, mis sentidos rebosan de júbilo y aún mi carne descansa segura:
pues tú librarás mi alma de la muerte, ni dejarás que se pudra tu amigo.
Me enseñarás la senda de la vida, gozos y plenitud en tu presencia, delicias para siempre a tu derecha. Del Salmo 16)
Por eso está alegre mi corazón, mis sentidos rebosan de júbilo y aún mi carne descansa segura:
pues tú librarás mi alma de la muerte, ni dejarás que se pudra tu amigo.
Me enseñarás la senda de la vida, gozos y plenitud en tu presencia, delicias para siempre a tu derecha. Del Salmo 16)
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