Buscar este blog

sábado, agosto 31, 2024

Domingo XII del Tiempo Ordinario



 Lectura del libro del Deuteronomio (4,1-2.6-8):

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: «Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente.» Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 14,2-3a.3bc-4ab.5

R/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R/.

El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R/.

El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R/.

Segunda Lectura

Lectura de la carta del apóstol Santiago (1,17-18.21b-22.27):

Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.

Palabra de Dios

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,1-8.14-15.21-23):

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.» Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»
Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»  Palabra del Señor




Saludos hermanos:

Hoy la Palabra nos habla de normas y mandamientos. Cosas como estas:

 El que procede honradamente y practica la justicia,
El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino,
El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente. Esos aman al Señor.
Con unas palabras de Jesús, palabras de vida, que nos ayudan, como siempre, a vivir mejor nuestra fe, a  escuchar los mandatos y decretos que nos manda Dios, el amigo de la vida.

Jesús nos conoce muy bien, especialmente a los que nos consideramos religioso, por eso nos avisa y no pide que pagamos atención no tanto a lo exterior, sino a lo que sale de nuestro corazón, de nuestra conciencia.

Tenemos la tentación de añadir nuevas normas que surgen de la “sabiduría” humana. Se quiere convertir en voluntad de Dios lo que es la voluntad del hombre. Así surgen muchas idolatrías, y se puede llegar a violentar las conciencias. Se pide en nombre de Dios lo que Dios no quiere.

“El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.» Dejan de un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»

La relación con Dios debe llevarnos a la relación con los hermanos. Si hemos aceptado la Palabra, significa que somos todos hermanos en Cristo. Hay que llevar esa Palabra recibida a la práctica, y no sólo escucharla. 

Santiago, discípulo de Jesús nos invita a aceptar dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo. ¿Quiénes son las viudas y los huérfanos de nuestro tiempo?

Es de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»

Todo esto nos da pie para un buen examen de conciencia. Lo que hace que todo eso sea malo es que va contra la dignidad del hombre.

Honraban a Dios con los labios, pero no con el corazón. Se había perdido el sentido sacro de esa Ley. Y nos dificulta el camino al Señor, porque nos apartemos del camino de  los hermanos.

La religión verdadera, la del corazón, puede ser sólo practicada por quien ha llegado a tener una fe adulta y madura, por quien es libre, sincero, abierto a la luz de Dios y a los impulsos del Espíritu. Que la participación en esta Eucaristía nos ayude a acercarnos a ese objetivo.


               



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu participación

Seguidores