I La catequesis al servicio de la iniciación cristina
1. 1. La vocación de la Iglesia es evangelizar
1.1 Significado de la palabra “evangelio”

Esta noticia es
verdadera, la Iglesia la ha recibido del Espíritu Santo, no es fruto de un
proceso racional, sino de un encuentro personal con el Señor. Nuestra seguridad
nace de la oración que nos impulsa a pedir que el Espíritu Santo venga y nos
ilumine y así descubramos la verdad en el encuentro con Jesucristo.
Benedicto XVI dijo
con profunda sabiduría “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o
una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona,
que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello una orientación decisiva” (DCe
1)
Se puede sintetizar: la gran noticia que nosotros tenemos que transmitir es el anuncio de la muerte
y resurrección de Jesús como Salvador, es decir, en proclamar con fuerza y
convicción al mundo su gran victoria, la grandeza del Misterio Pascual.
1.2 Evangelización
Evangelización nos dice Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi: “Una clara proclamación de que, Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, ofrece la salvación a todos los hombres, como don de la gracia y de la misericordia de Dios”. (EN 27) La evangelización entonces, constituye la tarea esencial y perenne de la Iglesia. (EN,14,17)
La evangelización está íntimamente unida al momento y circunstancia en que se proclama la Buena Noticia, pero siempre debe tener unas características que le son propias:
El mensaje es sintético y kerigmático que ofrece una visión unitaria y orgánica del Misterio Pascual, siendo capaz de tocar la experiencia humana; con calidad narrativa que nos acerca a la Escritura y, en definitiva, nos permite ser partícipes de la misma historia de la salvación; un estilo catequético de los contenidos teológicos, que valoran las condiciones de la vida y a las personas; finalmente, que tenga un sentido apologético que muestre que la fe no se opone a la razón.
El testimonio y el
anuncio explicito es el primer medio de evangelización, “si se escucha a los
que enseñan, es porque dan testimonio”. (EN 41) Proclamen (Mc 16,15), “hagan
discípulos, bautizándoles y enseñándoles”. (Mt 18,19) Sean mis testigos (Hch
18), hagan esto en memoria mía (Lc 22,19), ámense los unos a los otros (Jn15,12).
La Iglesia continua esta tarea dócil a Espíritu Santo.
1.3 Nueva
evangelización
Cuarenta años que escuchamos esta invitación: evangelizar “con nuevo ardor, con nuevos métodos y expresión” nos dijo Juan Pablo II. El Papa Francisco nos invita a cumplir esta tarea con espíritu misionero. (EG24,150,252)
El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia evangelizadora…No hay mayor
libertad que la de dejarse llevar por el Espíritu, renunciar a calcularlo y
controlarlo todo…El sabe bien lo que hace falta en cada época y en cada momento,
estas son palabras del directorio para la Catequesis. (DC39, cf. EG 280)
Vivir un cristianismo con perseverancia y valentía es la exigencia que
nos viene señalada por el magisterio de la Iglesia. Juan XIII nos decía que
este impulso no debe caer en el alarmismo, ni en la rutina y en todo momento
hacerlo con la intención de sanar con la misericordia.
- La presencia de los laicos que deben renovar y acentuar su compromiso eclesial, según su propio estado.
- Darle la debida importancia al lenguaje y los medios adecuados para volver a proponer la revelación de Dios y la fe en Jesucristo.
- Tener una mirada lúcida y valiente hacia la realidad para responder a los desafíos que presenta el mundo actual
- Una evangelización que nos impulse a la conversión y a la esperanza.
- Ofrecer una respuesta concreta al alejamiento e indiferencia religiosa en el momento actual.
f)
Estamos en un cambio de época y necesitamos una nueva
evangelización que asuma los nuevos paradigmas y que está marcada por un sólido
espíritu misionero, impulso misionero que significa acompañar a todos los
cristianos:
las personas bautizadas que no vive las exigencias del bautismo, que tienen débil sentido de pertenencia y viven en total indiferencia religiosa, es la pastoral de los alejados;
finalmente llegar a los que no conocen a Jesucristo o lo han rechazado, pero que buscan secretamente a Dios aún en países de antigua traducción cristiana, pastoral Ad gentes.
El Papa Francisco es una referencia testimonial de lo que significa
nueva evangelización su sencillez y cercanía, su lenguaje sencillo y profundo,
con una permanente preferencia por los pobres, haciéndose presente en las
periferias de todo tipo con coraje y conferencia de vida, al estilo de vida de
Jesús.
Será importante suscitar interrogantes que permitan cuestionarse
libremente sobre el modo y el sentido de la vida; ¿Quién soy? ¿qué impulsa mi vida?
¿con quién cuento?, son preguntas que conducen al corazón de la evangelización
y que nacen ante el testimonio de la fe y la caridad .
Próximo
tema: la catequesis en la misión evangelizadora
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